JPA/DICYT Científicos del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl) de la Universidad de Salamanca y del Centre de Biologie du Développement, de la Universidad Paul Sabatier de Toulouse y del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS), en Francia, trabajan en un proyecto de investigación en común que busca relaciones entre la formación del sistema nervioso y los mecanismos del dolor.
"Estamos viendo la relación que existe entre una proteína que es responsable del desarrollo y los agentes que tienen que ver con el dolor", ha explicado a DiCYT Raquel Rodríguez, investigadora del Incyl que lleva a cabo estudios sobre los mecanismos del dolor. Por su parte, el grupo de investigación francés, dirigido por Patrick Blader, trabaja en Neurobiología del desarrollo.
Este investigador ha visitado hoy el Incyl para avanzar en el proyecto en común y para impartir un seminario de investigación. Al igual que los investigadores de Salamanca, el pez cebra le sirve de modelo para llevar a cabo su trabajo, ya que se trata de un organismo sencillo. "Utilizamos embriones de pez cebra para conocer cómo está construido el sistema nervioso central", ha explicado hoy en declaraciones a DiCYT.
Sus últimas investigaciones se han centrado en el desarrollo del sistema olfativo y, en particular, ha estudiado "cómo las neuronas de la nariz se conectan con el cerebro". Sin embargo, hoy ha centrado su conferencia en otro aspecto del sistema nervioso. "Nosotros tenemos dos ojos, pero el pez cebra tiene un sistema en su cabeza que sería como un tercer ojo, porque detecta la luz antes que los ojos y de esta forma regula su sistema circadiano, sabe cuándo es de día y de noche", comenta.
Aunque esto no tiene una implicación directa en humanos, "si sabes cómo trabaja un sistema en el pez cebra, puedes extrapolarlo para ver cómo trabajan en humanos ciertas zonas del cerebro, sobre todo en enfermedades", ha señalado.
Estos estudios sobre el desarrollo del sistema nervioso le han llevado ahora a interesarse por el dolor, una de las líneas de investigación del Instituto de Neurociencias de Castilla y León, aunque por el momento los científicos no ofrecen detalles acerca de esta colaboración.