Mariano Rajoy ha presidido la presentación de la XXII Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Cádiz el 16 y 17 de noviembre. La cooperación en materia económica y la profundización en las relaciones entre Iberoamérica y la UE serán dos de sus ejes.
En su discurso, el presidente del Gobierno se ha referido a la situación actual y ha considerado necesario prestar una atención especial a las políticas de crecimiento económico porque la comunidad iberoamericana tiene mucho que decir y aportar en este sentido. Según ha explicado, "si somos capaces de aunar esfuerzos, podremos salir de la crisis y encarar el futuro con optimismo. Trabajar por la recuperación económica es trabajar por el futuro de los ciudadanos".
Así, ha destacado las enormes oportunidades que ofrecen los lazos históricos que nos unen. "Si somos capaces de fortalecerlos, podremos crear empleo y generar bienestar en nuestras naciones. Este debe ser un claro objetivo de la Cumbre de Cádiz", ha asegurado.
Tras destacar las importantes transformaciones que ha experimentado Iberoamérica en los últimos años, ha subrayado que "la zona comienza el siglo XXI con un nuevo optimismo porque es más democrática, hay más cohesión social, la economía está en fuerte crecimiento, ha puesto en marcha novedosos procesos de integración y, en el terreno cultural, constituye un espacio de creatividad, originalidad y dinamismo de referencia".
El presidente del Gobierno ha enumerado las bases sobre las que debe asentarse la nueva relación entre los miembros de la Comunidad Iberoamericana: una relación de absoluta igualdad y respeto mutuo por los procesos democráticos de cada país, siempre mirando hacia el futuro, conjugando los principios esenciales del Estado de Derecho y manteniendo la voluntad de fortalecer los vínculos por encima de nuestras diferencias. A su juicio, la relación entre Iberoamérica y la Unión Europea debe ir más allá, equilibrarse y fortalecerse.
Constitución de Cádiz
Durante su discurso, el presidente del Gobierno ha hecho varias referencias a la Constitución de Cádiz, cuyo bicentenario se conmemora, y ha puesto en valor lo que representan las Cumbres Iberoamericanas. En su opinión, "ésta es una buena oportunidad para construir una relación renovada entre todos. El futuro puede abrirse en Cádiz y hacerlo todos juntos. Para lograr ese objetivo, es fundamental que los mandatarios puedan discutir abierta y constructivamente sobre el futuro que desean para la Comunidad". Según ha explicado, "somos una comunidad de más de 600 millones de personas, que viven en dos continentes y que hablan solo dos lenguas."
Mariano Rajoy ha cerrado su discurso señalando que espera una Cumbre llena de contenidos, con propuestas concretas, volcada hacia fuera, centrada en el crecimiento económico, en la cooperación y en los problemas reales de los ciudadanos, como son el empleo y el bienestar.
Reuniones ministeriales
El presidente del Gobierno ha hecho hincapié en la importancia de la Reunión de Alto Nivel de Asuntos Económicos, uno de los encuentros ministeriales que precederán a la Cumbre. Además, habrá otras tres reuniones ministeriales: la de los ministros de Industria, la de los titulares de Fomento y la de ministros de Empleo y Seguridad Social.
El último mensaje de su discurso ha sido para referirse al "optimismo realista: España superará esta crisis, como ya superó las del pasado y superará las del futuro. Y como también hizo Iberoamérica cuando algunos hablaban de décadas perdidas. No podemos perder la confianza en nosotros mismos".
FOTOS: moncloa.gob. Bajo esta línea, El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acompañado por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, y el secretario general iberoamericano, el asturiano Enrique Iglesias, durante la presentación en Madrid de la Cumbre Iberoamericana, que se celebrará en Cádiz.