La Secretaría de Derechos Humanos expresó su satisfacción por las condenas dictadas hoy por el Tribunal Oral Federal Nº 1 de la Capital Federal en el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el Centro Clandestino de Detención “Automotores Orletti”.
El ex general Eduardo Cabanillas recibió una pena de prisión perpetua, por los delitos de homicidio calificado, privación ilegal de la libertad calificada y tormentos; Eduardo Ruffo y Honorio Martínez Ruiz, ex agentes de la SIDE, fueron sentenciados a 25 años de prisión; en tanto, a Raúl Guglielminetti, ex personal civil de inteligencia del Ejército, se lo condenó a 20 años de prisión, en los tres casos por los delitos de homicidio calificado, privación ilegal de la libertad calificada y tormentos.
La Secretaría fue parte querellante en el juicio, representada por los abogados Pablo Barbuto y Lucía Gómez Fernández.
Por su parte, el Secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, presenció la lectura del veredicto en la residencia del embajador argentino en Uruguay, Dante Dovena, donde se instaló una pantalla gigante.
Lo acompañaron más de 120 personas, entre ellas Macarena Gelman, Rafael Michelini y otras víctimas de Orletti; como también Belel Herrera, recientemente galardonada por la Argentina por su trabajo a favor de los derechos humanos; el director de Derechos Humanos del Ministerio de Educación de Uruguay, Javier Miranda y el director de Prensa del Archivo Nacional de la Memoria, Marcelo Duhalde.
El funcionario hizo un reconocimiento a las víctimas uruguayas y de otras nacionalidades y señaló que este proceso es parte de los juicios por el Plan Cóndor, llevado adelante por las dictaduras de América del Sur.
Asimismo, remarcó que no se trata de perseguir a nadie por sus ideas políticas ni por su pertenencia a fuerzas armadas o de seguridad, sino que lo que se juzga son los crímenes cometidos, con los jueces naturales y la ley penal y procesal vigentes en Argentina.
El secretario de Derechos Humanos expresó que esta condena "es un paso más en el proceso de Memoria, Verdad y Justicia que se reabrió por la decisión del ex presidente Néstor Kirchner y que continúa y profundiza la gestión de la presidenta Cristina Fernández, ya que sobre la impunidad y el olvido no se puede construir una sociedad democrática".