Hace sesenta años, el 18 de febrero de 1952, Grecia y Turquía se convirtieron en miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Esta fue la primera ronda de la ampliación de la Alianza, sólo tres años después de su creación.
La decisión de los doce miembros fundadores de la aceptación de miembros fue tomada en la Conferencia de Ottawa el 20 de septiembre de 1951, en donde se adoptó una resolución en este sentido. Ese día, el Ministro de Asuntos Exteriores belga, Van Zeeland declaró: "La decisión ha sido tomada. Los doce miembros del Pacto han decidido invitar a Grecia y Turquía para unirse a ellos, a unirse a ellos en sus esfuerzos por mantener la paz ".
Ampliar la afiliación: estratégicamente vital
La decisión fue estratégica. Fue tomada en el comienzo de la Guerra Fría y justo después del estallido de la Guerra de Corea, una guerra que confirmó los aliados más grandes temores: que si estaban dispuestos a extender su influencia en Asia, la Unión Soviética tenía el potencial de atacar Europa. La adhesión de ambos países, proporcionaría una garantía militar adicional para resistir la presión política soviética o un ataque armado, y sirven para contener el comunismo.
Turquía y Grecia habían solicitado la adhesión a la OTAN ya en 1950 y se convirtieron en miembros en la fecha de depósito de los instrumentos de adhesión con el Gobierno de los Estados Unidos de América, 18 de febrero de 1952.
60 años después
Turquía y Grecia han contribuido en gran medida a la seguridad de la Alianza durante seis décadas, guardando el flanco sur de la OTAN durante la Guerra Fría y, hoy, frente a nuevos desafíos como el extremismo violento, o contribuir a la defensa antimisiles y la estabilización de Afganistán. Ambos países están ayudando a encontrar nuevas formas de abordar estos retos y desempeñar un papel clave en la consecución de nuevos socios en partes vitales del mundo. A su vez, la Alianza es también la clave de su pensamiento estratégico, y más aún en un contexto de crisis económica y la agitación política entre los países vecinos de la región.
De la misma manera que su contribución es tan valioso hoy como en 1952, la garantía de la defensa colectiva tiene el mismo impacto que hace 60 años.
FOTO: NATO