La restitución de las piezas que hoy parten por barco hacia Perú se realizó ayer a mediodía en el Palacio San Martín, durante un acto encabezado por el secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia, y su par peruano, Luis Peirano Falconi.
Se trata de la tercera reintegración realizada desde la firma, en 2009, del convenio binacional que aspira a detener el tráfico ilegal de bienes culturales, se informó durante la ceremonia que contó con la presencia del secretario de Relaciones Exteriores de Perú, Eduardo Zuain y del embajador del país trasandino Nicolás Lynch Gamero.
"Una vez más estamos construyendo memoria", aseveró Coscia tras la entrega del acta restituyente a Peirano Falconi; en tanto se manifestó "orgulloso de ser parte de un proyecto de dos gobiernos que trabajan en común por la constitución de sus valores más profundos".
"Un pueblo que no respeta su pasado, sus ancestros o su memoria no se respeta a sí mismo -añadió- y hoy nuestros pueblos, esa nación balcanizada que sin duda es América Latina en términos culturales, está valorando esos bienes que son una expresión simbólica representativa de su identidad".
Asimismo, remarcó que "la palabra recuperación cobró inusitado vigor en los últimos años en Argentina y hoy se aplica a muchos logros latinoamericanos donde otras palabras eran de uso común, como pérdida, deterioro o desconfianza; mientras que ahora el término recuperar está indisolublemente incorporada a este período que será recordado como el de la soberanía, la integración, la autoestima y el orgullo".
Para el cierre de la ceremonia, Coscia entregó a cada uno de los diplomáticos trasandinos una réplica de estatuillas precolombinas; y remarcó que "quien quiera tener piezas del patrimonio cultural de una Nación puede hacer esto y acceder a réplicas de piezas de museo".
"El saqueo está en el ADN de los imperios -remarcó por su parte el titular nacional Patrimonio y Museos, Alberto Petrina-, pero sigue hoy, ya no en manos de los Estados nacionales sino en la de sus sucesores ideológicos culturales: comerciantes, casas rematadoras internacionales y coleccionistas privados".
Los `huaqueros` -saqueadores de sitios arqueológicos- "trabajan para eso y esas son las piezas que en este momento el gobierno de la Nación está restituyendo", agregó Petrina, para quien esto "es solamente la punta del iceberg, porque estamos trabajando sobre un universo mucho mayor de unas tres mil piezas".
Se trata de "todas piezas colocadas por tenedores ilegales en el mercado ilícito de piezas precolombinas, un circuito ilegal que se encuentra cuarto o quinto a nivel mundial, después del tráfico de armas, de drogas y de personas", subrayó.
"Los casos más graves son robos por encargo, coleccionistas importantes que se anticipan a las misiones arqueológicas oficiales", indicó Petrina.
"Una parte enorme del oro de la tumba del Señor Sipán -antiguo gobernante del siglo III, cuyo dominio abarcó una zona del actual Perú- está en colecciones privadas de gente que disponía de pequeños aviones particulares para llegar antes que los arqueólogos a las excavaciones oficiales", graficó.
Coscia -quien considera al `huaqueo` como "un acto de violación enorme y extremo de la memoria e identidad de un pueblo"-, afirmó que "en las incautaciones realizadas recuperaron piezas anteriores a la edad de Cristo".
En este marco, resaltó que "la devolución del resto de los bienes culturales está pendiente, primero, del proceso de confirmación de su autenticidad, y segundo, de procesos judiciales que suelen ser extensos porque incluyen varias causas".
"Hay dos instancias o planos para la recuperación del patrimonio: en primer lugar que vuelva a museos de participación pública; y segundo, detener y desalentar el mercado clandestino del huaqueo y la venta", concluyó
Restituidas 47 piezas arqueológicas precolombinas a Perú
El gobierno argentino restituyó a Perú 46 cerámicas y un collar precolombinos, incautados en el marco del acuerdo bilateral de cooperación para la recuperación del patrimonio histórico cultural de esos países, que incluye la devolución de otras tres mil piezas arqueológicas.