El Secretario General de ONU, Ban Ki-moon, y su par de la Liga Arabe, Nabil Elaraby, nombraron al ex Secretario General de ONU, Kofi Annan, como enviado especial conjunto para la crisis de Siria; la meta de Annan será ofrecer buenos oficios para poner fin a toda violencia y violaciones de los Derechos Humanos, y promover una solución pacífica a la crisis de Siria".

Annan se regirá por la resolución que la semana pasada aprobó la Asamblea General de la ONU, en base al plan de la Liga Árabe para el presidente sirio, Bashar Al-Assad delegue su poder junto a otras serie de medidas. Se espera que Annan dialogue con todas las partes, dentro y fuera de Siria, para ponerle fin a la violencia y a la crisis humanitaria en el terreno.

Alexander Lukashevich, vocero de la cancillería rusa, dijo que Moscú apoya el nombramiento de Annan y esperaba que su experiencia contribuya a la solución de los acuciantes problemas políticos y humanitarios en Siria sobre la base de trabajo con todas las partes en aras de la paz mediante el diálogo político inclusivo entre el gobierno sirio y la oposición.

El Ministerio de Relaciones Exteriores dijo también que Rusia está dispuesta a cooperar sobre Siria con sus socios de la ONU, la Unión Europea, la Liga Árabe y la Organización de Cooperación Islámica y que esa cooperación debe basarse en la renuncia a la violencia y de la imposición de soluciones fuera de Siria ya que lo más importante es que no debe haber ninguna interferencia externa en los asuntos internos del país.

Bassma Kodmani, portavoz del Consejo Nacional de Siria, dijo que Estados de la comunidad internacional les estaban proporcionando equipos de comunicaciones y de defensa, incluidos chalecos antibalas y gafas de visión nocturna, para el Ejército Libre Sirio (ELS). Funcionarios occidentales en los primeros llamados Amigos de la reunión de Siria dijo que no habían hablado o ha empezado a proporcionar ese tipo de ayuda.

En realidad, las potencias extranjeras están haciendo la vista gorda a las compras de armas por parte de los exiliados sirios que ya están ingresando de contrabando a Homs, Hama, Idlib, Deir Ezzour y a las afueras de Damasco principalmente armas ligeras, equipos de comunicación y gafas de visión nocturna para los rebeldes del ELS. Se sabe también que los opositores estaban tratando de llevar las armas antiaéreas y antitanque a los rebeldes y tratan de conseguir a oficiales sirios –activos o retirados- dentro del país para que ayuden a coordinar la oposición militar al presidente Al-Assad.

Fuentes rebeldes han indicado que se están ingresando armas defensivas y ofensivas de varios tipos y que están llegando de todas partes -incluidos los países occidentales-y no que no era difícil de conseguir cualquier cosa a través de las fronteras.

Este es un punto fundamental, ya que los delegados reunidos en Túnez están discutiendo un borrador del comunicado y hay desacuerdos sobre si se debe hacer referencia a la oposición armada de Siria; las naciones occidentales, en particular, no se sienten cómodas apareciendo públicamente para discutir la forma de gestionar la creciente militarización, de lo que comenzó en el sur de Siria hace casi un año como un movimiento de protesta pacífica. Funcionarios de EE.UU. dijeron que la agenda se centrará en la presión política y la ayuda humanitaria, el CNS parecería que obtendría algún tipo de reconocimiento en la reunión y el apoyo sobre dos puntos cruciales: la ayuda humanitaria de emergencia y un plan de transición política.

Pero esa agenda aun es prematura y arriesgada ya que la oposición no es homogénea y plantearse la opción del CNS como brazo político –cuando no representa a la mayoría de los sirio- y al ELS como brazo armado –cuando no tiene control en el terreno- es dividir más aún a los activistas. Un reconocimiento prematuro podría ser contraproducente ya que si estos grupos son derrotados por el régimen de Al-Assad significaría el fin de la revolución siria.

La delegación de Arabia Saudita se retiró por la "inactividad" de la reunión, luego que el Ministro del Exterior saudita, príncipe Saud Al-Faisal, señaló en su discurso que se centrarse en la ayuda humanitaria no era "suficiente". Saud al-Faisal dijo que no hay ningún otro medio para la transferencia del poder que no sea voluntariamente o por la fuerza, al defender la entrega de armas a los rebeldes.

El verdadero problema es que diplomáticos y activistas de la oposición dicen que Qatar y Arabia Saudita están tomando la delantera en los esfuerzos para equipar a los rebeldes; no importa cuánto equipo militar obtengan los rebeldes, nunca serán lo suficientemente fuerte como para enfrentarse a un régimen dotado de una Fuerza Aérea operativa y apoyado por Rusia e Irán, además justificaría el uso de de la fuerza por el régimen y daría cobertura para una guerra total. Además se comienzan a ver grietas dentro de la propia coalicion de países árabes y occidentales que apoyan a los opositores sirios, lo que redundará en beneficio para Al-Assad.

Hasta el momento, la única respuesta segura que ha generado la Conferencia es la designación de Kofi Annan como enviado especial y la hoja de ruta estipulada en la Resolución aprobada por la Asamblea General. La pregunta es ¿Qué posibilidades tiene Annan?

El ex Secretario General de la ONU tuvo durante su mandato una serie de misiones, dentro de las mismas hay tres que se destacan particularmente: la negociación con Saddam Hussein en Irak, las masacres de Omar Al-Bashir en Sudán y la estabilización de Ruanda.

A fines de los ´90, Annan convenció a Saddam Hussein para que permitiese a los inspectores de armas de ONU, pero pronto fueron expulsados por el líder iraquí en un ataque de resentimiento hecho que dio lugar a la Operación Desert Fox donde EE.UU. y Gran Bretaña realizaron ataques aéreos contra Irak en cuestión de semanas.

En Sudán, Annan persuadió al presidente Al-Bashir para que detuviese a sus milicianos Janjaweed, que habían llevado a cabo una campaña de limpieza étnica en Darfur; pero Al-Bashir rápidamente reanudó su ofensiva en Darfur lo que le valió una acusación por crímenes de guerra ante la Corte Penal Internacional.

Finalmente en 1994, como jefe de operaciones de paz de la ONU, Annan fue acusado de ignorar las reiteradas advertencias del Gral. Romeo Dallaire, el comandante canadiense de las Fuerzas de Mantenimiento de la Paz de ONU en Kigali, sobre la planificación de las masacres contra la población tutsi de Ruanda; los pedidos de refuerzos también fueron ignorados y se produjo una masacre a manos de los hutus contra los tutsi.