JPA/DICYT Una línea de investigación del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) en la que colaboran científicos del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca busca nuevas estrategias para frenar el ciclo celular, que hace que las células se multipliquen al dividirse en dos cada una de ellas. La principal aplicación práctica de controlar este proceso es el desarrollo de terapias contra el cáncer, ya que esta enfermedad se caracteriza por ser la proliferación incontrolada de células tumorales. Los investigadores trabajan en una estrategia diferente de las habitual para evitar la división celular.
Marcos Malumbres, investigador del CNIO, es uno de los científicos que trabaja en esta línea de investigación en Madrid y hoy ha visitado Salamanca para impartir un seminario de investigación del CIC. "Nosotros analizamos la regulación de la división celular. Es un proceso necesario para regenerar tejidos y, obviamente, en el desarrollo embrionario, pero sobre todo es un proceso que está desregulado en cáncer, es lo que hace que las células tumorales crezcan y crezcan y forme un tumor", ha explicado en declaraciones a DiCYT.
En concreto, los investigadores buscan las moléculas que controlan que una célula decida si se divide o no se divide y en este campo comparte investigación con Irene García Higuera y Sergio Moreno, científicos del centro Salamanca. Aunque es una investigación muy básica, estas moléculas están mutadas en cáncer humano. "Lo que hacemos es desarrollar modelos en ratón modificados genéticamente con mutaciones parecidas a las que ocurren en pacientes con cáncer y analizamos hasta qué punto el control de la división celular tiene relevancia en la aparición del tumor, pero sobre todo buscamos una terapia, si realmente podemos encontrar maneras de que las células tumorales paren de dividirse", comenta.
En los últimos tiempos parecen haberlo logrado, pero adoptando una estrategia novedosa con respecto las investigaciones habituales en este campo. "Casi todas las estrategias para detener la división de las células tumorales intentan pararlas antes de que se dividan. Esto funciona, de forma que las células tumorales se quedan paradas, pero no mueren y esto puede provocar en el paciente que se acumulen nuevas mutaciones y que el tumor vuelva a aparecer".
Aprovechar la debilidad
La nueva idea propone dejar que inicien el ciclo celular. "Cuando están en división celular se encuentran en un estado metabólico y energético muy débil y lo que vamos a hacer es, en lugar de impedir que entren en división celular, impedirles que salgan de este estado, es decir, vamos a hacer que estén continuamente dividiéndose sin posibilidad de que salgan de este proceso", comenta. Al hacer esto, "hemos comprobado que el 100% de las células tumorales mueren". Aunque es un experimento inicial básico, "creemos que realmente podemos diseñar maneras de matar las células tumorales, no sólo de impedir que proliferen, sino atacarlas en el momento en el que están más débiles energéticamente.
En definitiva, la estrategia consiste en dejar iniciar el ciclo celular, pero en evitar que lo terminen. "La mayor parte de las estrategias terapéuticas impiden que entren en proceso de división celular, mientras que nosotros las dejamos que entren y no las dejamos que salgan, en ninguno de los dos casos llegan a dividirse, pero gracias a esta nueva estrategia, además, mueren", apunta Marcos Malumbres, que también colabora con otros científicos del CIC como Xosé Bustelo o María Sacristán.
El éxito científico hasta el momento es evidente porque ya existen estudios preclínicos en los que los ratones han llegado a una curación del 100%. Aunque estos estudios han sido en sarcomas y tumores de mama, "la división celular es un proceso universal, es idéntica en casi todas las células, sea cual sea el tejido, así que creemos que podría usarse esta estrategia de manera general", apunta el científico.