Las violaciones de los derechos humanos en Siria son generalizadas, sistemáticas, flagrantes, y algunas de ellas constituyen crímenes de lesa humanidad que ocurren con el aparente conocimiento de los más altos niveles del Estado. Así lo afirma el informe divulgado hoy por la Comisión Investigadora Independiente establecida por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para investigar la situación de las garantías fundamentales en ese país.
El documento informa que la Comisión ha entregado a la Alta Comisionada de Naciones Unidas, Navi Pillay, una lista con los nombres de las personas a las que se atribuyen las mayores responsabilidades de esas atrocidades para un posible juicio futuro por crímenes de lesa humanidad.
La enumeración incluye a funcionarios gubernamentales y a personas pertenecientes a grupos armados antagonistas.
Según el texto, la crisis que abate a ese país desde marzo del año pasado ya ha dejado más de 8.000 muertos. El documento imputa tanto a las fuerzas gubernamentales como a las rivales la realización de detenciones arbitrarias, torturas y la ejecución de opositores.
Durante la pesquisa, las autoridades sirias no permitieron la entrada al país de los expertos de la Comisión.