Es un placer para mí participar en esta jornada organizada por el Consejo de Asturias de la Formación Profesional que pone de manifiesto el interés que suscitan la educación y la formación como ejes fundamentales para el desarrollo y la recuperación económica.

Agradezco la asistencia a este acto de las principales fuerzas sindicales y de la patronal asturiana. La presencia en este evento de todos los agentes implicados en el progreso de nuestra comunidad -administración, sindicatos y empresas- demuestra el compromiso de colaboración que todos asumimos para la puesta en marcha de políticas activas de empleo que contribuyan eficazmente a la regeneración económica de nuestra región.

La formación y el empleo siempre han estado unidos en un binomio que ha aportado numerosos beneficios a la sociedad. Sin embargo, desde hace ya unos años, las partes de este binomio se han ido desvinculando provocando que los jóvenes se enfrenten al mercado laboral cargados de conocimientos, pero vacíos de experiencia y que los empresarios duden a la hora de contratar a estos jóvenes por considerar que su formación es incompleta o que no se adecua exactamente a sus demandas.

El sistema de Formación Profesional que actualmente se oferta debe ser revisado y complementado con un modelo más atractivo que cumpla las expectativas tanto de los alumnos y el sistema educativo como de las empresas y del tejido productivo. El sistema educativo y universitario debe someterse a un profundo proceso de renovación para poder cumplir las expectativas que la sociedad actual plantea.

Debemos ser muy conscientes de que, en un mundo tan globalizado y competitivo, no solo es necesaria una excelente formación académica. Ese es el primer paso y fundamental, pero de otro lado, está la experiencia del trabajador que contribuye con sus conocimientos y su saber hacer a la mejora de la competitividad de las empresas que lo emplean y, con ello, al desarrollo económico de un país.

Esa combinación teoría-práctica la aporta la Formación Profesional Dual, de contrastada eficacia en países europeos y en otras comunidades españolas. Se presenta como un modelo educativo innovador con claras repercusiones en el ámbito laboral y productivo.

En estos tiempos, de incertidumbres económicas y laborales, debemos reflexionar sobre qué tipo de educación queremos para nuestros jóvenes, sobre todo para aquellos que hoy consideran que el sistema educativo actual no responde a sus verdaderas necesidades.

Asturias se enfrenta actualmente a un aumento del número de alumnos que abandonan su formación antes de lo deseado. Si bien la media nacional en 2010 se situó en el 30% y la asturiana en el 22,3%, esta es una cifra inasumible para una sociedad que depende de su capital humano para recuperarse de la crisis.

Ese es nuestro principal problema, y nuestra inmediata obligación para darle solución es ofrecer a los jóvenes una base adecuada para su éxito profesional y garantizar al mismo tiempo una oferta suficiente de trabajadores cualificados y competentes para las empresas. En este punto, deseo destacar la importancia de la cooperación entre la administración, los agentes sociales y las empresas para lograr el cambio profundo que necesita nuestro actual sistema de Formación Profesional.

La implantación progresiva de este nuevo modelo Dual, que necesariamente ha de convivir con el modelo tradicional de Formación Profesional, nos ofrece la posibilidad de facilitar el acceso de los jóvenes a un mercado laboral cada vez más exigente y que requiere una mayor especialización y cualificación. Pero este proceso no podemos llevarlo a cabo solos. El tejido empresarial asturiano juega en él un papel fundamental al aportar su tecnología a la formación, lo que pone de manifiesto su profundo compromiso con la educación y con el desarrollo de la comunidad.

Participar de manera íntima en el proceso educativo garantizará a las empresas que los jóvenes se formarán de acuerdo a las necesidades reales del sector productivo y de la propia compañía lo que redundará, además, en un beneficio para el propio alumno que, tras dos años de experiencia laboral, puede encontrar una garantía para su futuro.

Confío en que con esta Jornada se inicie un profundo examen sobre el futuro modelo de Formación Profesional que queremos para Asturias y que, sin duda, habrá de adecuarse fielmente a la realidad social, económica y productiva de la región.

Todos los que tenemos la responsabilidad en alguna medida de la mejora del sistema educativo asturiano, somos conscientes de que las reflexiones que en estos encuentros se van a suscitar no nos aportarán soluciones inmediatas ni milagrosas, sino que conformarán la base necesaria para llevar a cabo un cambio de profundo calado en la forma de entender la Formación Profesional en Asturias, cimentado en un amplio consenso y con repercusiones tanto en el ámbito laboral y productivo como en la calidad de vida de los asturianos.

DECLARO INAUGURADA LA JORNADA TÉCNICA ‘DUAL Y ASTURIAS, LOS MODELOS DE LA FP DUAL EN EUROPA Y EN ESPAÑA’