Por ICEX.- Agua y alcantarillado, carreteras, ferrocarril, energía y comunicaciones serán los sectores más prometedores en los próximos años en el séptimo mercado mundial más favorable para la inversión según el índice “Doing Business”
Utilizar las infraestructuras como motor para superar la recesión se ha convertido en la principal estrategia del Gobierno británico. Una apuesta que parece estar dando resultados a tenor de las cifras de crecimiento previstas para 2012 tanto por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con un 1,7%; como por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que apunta hacia un 2,3%. El séptimo país del mundo más interesante para hacer negocios –según el índice Doing Business del Banco Mundial (BM)–, ha sufrido en su línea de flotación, el sistema financiero, el impacto de la crisis económica internacional a lo largo de los últimos años. No obstante, una política de contención presupuestaria e inversiones puntuales en el sector de las infraestructuras están permitiendo al país vislumbrar la luz al final del túnel.
En este sentido apunta el informe El sector de las infraestructuras en Reino Unido, elaborado por la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Londres, que apunta un crecimiento sectorial en el periodo 2009-2011 en torno al 60%, favorecido en gran medida por la inversión en proyectos de abastecimiento de aguas y alcantarillado, carreteras y mejora de las infraestructuras ferroviarias. Un subsector, este último que, junto a la energía, seguirá experimentando un desarrollo del 23% hasta 2015. Así, el valor de los proyectos que se llevarán a cabo hasta ese año alcanzarán los 300.000 millones de euros.
Privatizado en Gales e Inglaterra en 1989, el suministro de agua está en manos de 34 compañías privadas, cuyos precios regula una autoridad común, Ofwat. Pero es la red de alcantarillado la que genera mayores perspectivas de negocio ya que, tras su privatización en 2011, será necesario llevar a cabo importantes trabajos de inspección de cara a establecer el estado real de la red. La actividad de este subsector también se verá impulsada con la implementación del túnel del Támesis, un sistema de alcantarillado de 30 km de longitud que se espera esté finalizado en 2014. En total, las inversiones previstas para gestión hídrica en el Reino Unido alcanzarán los 5.445 millones de euros.
En el ámbito de las carreteras, las perspectivas podrían verse mermadas de aquí a 2015 debido a la reducción de la inversión prevista por la Highway Agency, agencia responsable de la red viaria británica. Aún así, la implementación de proyectos en Escocia como el Forth Replacement Crossing –puente que atraviesa esta bahía– y la ejecución de varios tramos de carreteras (M8, A82 y A96) podrían compensar los recortes. En los próximos años, la facturación podría pasar de los 3.200 millones de euros en 2012 a los 2.725 en 2015.
Por su parte, la red de ferrocarriles Network Rail contará, para el periodo 2009-2014, con una dotación presupuestaria de casi 50.000 millones de euros. Algunos de los proyectos más importantes a desarrollar en los próximos años son el Crossrail –que unirá el aeropuerto londinense de Heathrow con el centro de la capital–, Thameslink, el tranvía de Edimburgo, Borders Railway y la línea de alta velocidad High Speed Rail 2. Cabe tener en consideración que se trata de un sector que arroja cifras claramente positivas para los próximos años –con una facturación estimada de 5.300 millones de euros en 2015– y cuenta con financiación asegurada y trabajos ya en marcha.
También crecerán los subsectores gas –instalaciones de mantenimiento–, aeropuertos –obras de la Terminal Este de Heathrow– y comunicaciones –implantación de la red de banda ancha en todo el país y creación de 10 ciudades “superrápidas” que disfrutarán de conexiones hasta 100 Mb–. La facturación prevista para 2015 podría superar los 1.850 millones de euros.
Mención aparte merece el capítulo energético, que se convertirá en una de las áreas claves de desarrollo del sector infraestructuras en el próximo lustro. En concreto, gracias al programa de energía nuclear y al desarrollo de renovables en aras a garantizar el abastecimiento energético en la isla. Las inversiones previstas hasta 2015 en este capítulo podrían ascender a los 140.000 millones de euros.
Un mercado maduro para la inversión española
Socios económicos desde la entrada de España en la Unión Europea (UE) en 1986, las relaciones comerciales entre nuestro país y el Reino Unido se han consolidado a lo largo de los años hasta alcanzar una posición inmejorable. De hecho, hoy, la Gran Bretaña es el quinto receptor de productos españoles, además de ser nuestro sexto proveedor internacional.
De enero a noviembre de 2011, las exportaciones españolas al mercado británico superaron los 12.565 millones de euros, un 18,5% más que en el mismo periodo del año precedente. Los productos nacionales más demandados en el Reino Unido fueron los automóviles –25.328 millones de euros–, los equipos, componentes y accesorios de automoción –14.427 millones– y los combustibles y lubricantes –13.097 millones–.
Por su parte, la inversión también es una asignatura aprobada, inclusive en la actual fase de crisis financiera y a pesar de que se ha visto reducida. De enero a septiembre de 2011, la inversión española en el país ascendió a 3.981 millones de euros, siendo las actividades económicas por las que más apostaron las empresas españolas el transporte aéreo, el suministro de energía eléctrica y la fabricación de productos minerales no metálicos. Con estas cifras globales, el Reino Unido es el tercer mercado internacional por orden de preferencias de nuestras empresas.
Gracias a las ventajas que ofrece la libre circulación de personas, bienes y capitales en territorio comunitario, la presencia de empresas españolas en la isla no ha dejado de crecer. Hoy por hoy son más de 300 las firmas nacionales con presencia en el Reino Unido, un 40% de las cuales establecidas en Londres.
Entre las operaciones más reseñables que se han producido en los últimos años cabe destacar la entrada de Telefónica en el negocio de la telefonía móvil a través de la operadora local O2; la compra por parte de Ferrovial de BAA –operación que ha permitido a la española convertirse en la principal gestora de aeropuertos del país–, la adquisición de Scottish Power por parte de Iberdrola –consolidándose entre las seis empresas más importantes de suministro eléctrico–, la adjudicación a Iberdrola Renovables del proyecto de construcción del mayor parque eólico marino en el mar del Norte o del acondicionamiento, por parte de FCC, del Centro Internacional de Comunicaciones para los Juegos Olímpicos, que tendrán lugar en la capital británica este verano.