La candidata del PP a la Presidencia del Principado, Isabel Pérez, Espinosa, afirmó que los asturianos “llevamos doce años sufriendo un gobierno, más bien un desgobierno, en el que han fallado todos los controles, y han fallado por falta de voluntad política para aplicarlos; un gobierno que no ha querido imponer una gestión eficiente y, por encima de todo, la legalidad en la gestión de los recursos públicos”. Pérez-Espinosa realizó estas afirmaciones durante un mitin en el Palacio de Congresos de Oviedo junto al Presidente nacional del PP, Mariano Rajoy; el Alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, y el Presidente del PP de Asturias, Ovidio Sánchez.
Intervención de Isabel Pérez-Espinosa:
Hoy puedo asegurar que gracias a vosotros, que gracias a ti, querido Presidente, a toda la dirección nacional y muy especialmente a todos y cada uno de los afiliados del Partido Popular en Asturias, puedo decir muy alto que tengo el honor, la satisfacción y la responsabilidad de formar parte del mejor partido que hay en Asturias y en España.
Y que tengo el honor, la satisfacción y la responsabilidad de representar el mejor proyecto, el que genera más ilusión, el más cercano a las necesidades de los ciudadanos y el que ofrece las mejores soluciones a sus problemas
Y estamos haciendo las cosas bien. Porque estamos logrando que la sociedad asturiana perciba y apoye nuestro proyecto y valore que formamos parte de un proyecto nacional de futuro del que Asturias no puede quedar al margen.
Querido Presidente, te aseguro que el PP de Asturias somos una organización seria, comprometida, con ganas, con entusiasmo, con ilusión y con una gran capacidad de trabajo. Hombres y mujeres que vamos a conseguir ganar estas elecciones en Asturias y que vamos a contribuir decididamente a tu triunfo en las próximas elecciones generales.
Vamos a ganar porque tenemos los mejores candidatos, los mejores equipos, y el mejor proyecto; porque somos el proyecto del cambio que necesitamos los asturianos para librarnos de una vez por todas del gran lastre que nos impide alcanzar el futuro: el lastre del régimen socialista.
El régimen del desgobierno, de las irregularidades, del despilfarro, del amiguismo, de los sobrecostes: en resumen de la incompetencia más absoluta para resolver los problemas reales de la sociedad asturiana.
Poner la corrupción en primera línea de debate en esta campaña era y es una tentación fácil, pero, sinceramente, creo que la mejor forma de castigar la corrupción es dejar que la Justicia haga su trabajo.
Quien la hace la tiene que pagar y quien debe hacérsela pagar con toda la fuerza de la ley son los Tribunales de Justicia. Pero, no obstante, no puedo dejar de hacer referencia a ella tras los últimos acontecimientos del caso “Marea”.
Una referencia muy breve y muy contundente: l
Un gobierno en el que hay una clara responsabilidad política de Areces y de su heredero, Javier Fernández, porque ellos, los dos, son los culpables de todo lo malo y lo peor que han hecho los gobiernos socialistas en esta región.
Están intentando remover la basura para evadir sus responsabilidades, para que no se hable de su implicación en estos escándalos. Pero es evidente que sus responsabilidades no se las pueden traspasar a nadie: son sus escándalos, es el resultado de su pésimo gobierno y Areces y Fernández tienen que hacer frente a su responsabilidad política.
Fernández cree que se ha librado con aquello de “a mi que me registren”. Y no es así. Como máximo responsable del socialismo asturiano no puede eludir su responsabilidad en esta casa de “Tócame Roque” en la que los socialistas han convertido la Administración y el Gobierno de Asturias. Él también es responsable de todas las irregularidades, de todo el descontrol y de todo el despilfarro del régimen socialista. Él es tan responsable como Areces de la crítica situación que viven hoy Asturias y los asturianos.
Lleva 10 años amparando desde la sombra a su amigo y mentor Areces, y toda su desastrosa gestión, sin dar una explicación pública, sin asumir ninguna responsabilidad. Sin dar la cara. Y “a la chita callando” ha avalado, participado y encubierto no sólo la injustificable gestión de Areces sino también las medidas más desastrosas del Gobierno de Zapatero. Como senador ha apoyado todas esas medidas, incluida la de congelar las pensiones o bajar el sueldo de los funcionarios. Esas medidas se han aprobado con su voto y todos los desmanes y despilfarros del régimen socialista asturiano, también.
Resulta patético, ver cómo ahora este señor quiere borrar de un plumazo todas sus responsabilidades pasadas y presentarse como el gran defensor de la sociedad asturiana pidiendo su apoyo para construir el futuro de Asturias desde hoy, como si acabara de llegar. Quiere presentarse como defensor de las políticas sociales, de la sanidad pública, de la educación pública, del empleo, de la actividad económica y de las infraestructuras pendientes. Sí, no me he equivocado ni se trata de ninguna broma, defensor de las infraestructuras pendientes; esas con cuya paralización nos castigó el Ministro con el que está compartiendo escenario y sonrisas de satisfacción ahora mismo en Langreo.
¡Hay que tener cuajo para estar ahí, impasible, condescendiente, obediente, en tu papel de candidato a la presidencia del Principado y aplaudir a un ministro que te dice a la cara que de autovía del cantábrico nada; que de Ave, menos que nada, que…. no me digáis que no hay que ser de una pasta especial para escuchar eso y encima aplaudir y decir sin sonrojarse que los socialistas cumplen sus compromisos con Asturias.
Y el candidato de los socialistas cuando no dice eso de “a mi que me registren”, tira de manual de la vieja escuela y saca a pasear el miedo a la “derechona”, que para estos anquilosados burócratas de la ortodoxia socialista es algo así como el coco, o el ogro.
La verdad es que, además de ineficaces y de malos gestores, tienen poca imaginación.
Para ellos, para Javier Fernández, esa malvada “derechona” somos nosotros. Y lo cierto es que yo os miro, miro a nuestro presidente, a todos y cada uno de vosotros y no veo ningún ogro, no veo ningún demonio. Lo que veo es gente preparada, gente con ganas, con entusiasmo, con ideas, con proyectos y con convicciones para sacar esta región y este país adelante
Veo a la gente que España y Asturias necesitan para construir un futuro mejor.
Y lo vamos a construir, como ya lo hicimos cuando gobernamos, demostrando que las políticas progresistas, que las políticas sociales, que las políticas que crean empleo no son patrimonio de nadie; no son una gracia divina de la izquierda ineficiente, sectaria y panfletaria de los gobiernos socialistas.
Hoy esas políticas sólo puede desarrollarlas un proyecto serio y responsable, de cambio y de compromiso: el proyecto del Partido Popular.
En la retórica de los gobiernos socialistas está claro que cuando dicen una cosa quieren decir la contraria.
Cuando dicen que van a crear empleo, en realidad nos están avisando de que van a destruirlo y a hacer crecer el paro.
Cuando dicen que van a construir infraestructuras, lo que hacen es avisarnos de que no las van a terminar nunca.
Cuando dicen que van a apoyar la actividad económica, la innovación y la exportación, lo que quieren decir es que van a malgastar todos los recursos, que van a considerar a los emprendedores y a los empresarios como enemigos y que van a exportar, antes que nada, sus ganas de conocer mundo con cargo al presupuesto.
Cuando dicen que apoyan a los jóvenes y a nuestros mayores, lo que en realidad hacen es echar a los unos de Asturias y recortar las pensiones a los otros.
Y cuando prometen políticas sociales y apoyo a la educación y la sanidad, lo que piensan es en paralizar la ley de dependencia, en recortar medidas sociales y en empobrecer la calidad de la enseñanza y la sanidad,
A mí me gusta un estilo diferente: el estilo del Partido Popular, que pasa por hablar claro, por decir lo que pensamos y por prometer sólo aquello que sabemos que vamos a cumplir.
Y hablando claro, muy claro, quiero decir que nuestros objetivo prioritario es la recuperación económica, que vamos a crear empleo, que vamos a finalizar todas las infraestructuras, que vamos a apoyar a los emprendedores, a las PYMES y a los autónomos porque ellos son los que crean riqueza y puestos de trabajo, que vamos a apoyar la investigación y la innovación, que vamos a apoyar la exportación no con viajes sino con políticas serias y recursos suficientes para abrir nuevos mercados, que vamos a conseguir que nuestros jóvenes se queden en Asturias para trabajar y vivir, que vamos a preocuparnos y ocuparnos de nuestros mayores para garantizarles la mejor calidad de vida y que vamos a potenciar todas las políticas sociales para atender a los sectores más necesitados de nuestra sociedad porque no vamos a permitir que nadie se quede al margen del futuro que vamos a construir.
Y hablando claro, muy claro, quiero decirle a J. Fernández, una vez más y ya van unas cuantas, que no vamos a acabar ni con la educación ni con la sanidad públicas.
Que vamos a trabajar para garantizar una educación y una sanidad pública de calidad y en igualdad, gratuita, sin copago ni privatizaciones; Lo vuelvo a repetir ni copago ni privatizaciones. Que no hay agendas secretas ni secretos en nuestras agendas.
Creo que he sido muy clara y que todos me habéis entendido, ¿verdad?
Pues no tengáis la menor duda de que ellos seguirán “erre” que “erre” con su cantinela y con su demagogia. Pero no me van a hacer callar y ante sus mentiras repetiré una, otra y las veces que haga falta que la única alternativa para una sanidad y una educación de calidad en Asturias es el Gobierno del Partido Popular.
Que no somos nosotros los que hemos puesto en peligro la financiación de los servicios públicos. Que han sido ellos los que solo saben generar paro y deuda.
Y la solución a la crítica situación que estamos viviendo empieza por librar, primero a Asturias y, después, a España, de quienes creen que la política no es el cauce para resolver los problemas reales de la sociedad sino un escenario para su disfrute personal.
Ellos, los que siguen tratando de utilizar la vieja estrategia de atemorizar a los ciudadanos aludiendo a “la derechona”. Y no se dan cuenta de que a quien debemos tener miedo los asturianos es a la “izquierdona”, a esa falsa izquierda que ellos han construido y que olvida la ideología, que se burla de las convicciones, para construir un régimen de intereses personales y partidistas, un régimen inoperante y sectario, que dilapida los recursos públicos, que ampara las irregularidades y que en vez de soluciones ofrece consignas.
El día 22 de mayo los asturianos tenemos una oportunidad histórica: dar un giro al destino de nuestra tierra. Y yo no pido un cheque en blanco. Les pido, simplemente, que respondan a esta cuestión: ¿qué ideología, que convicción política o moral puede avalar una gestión tan nefasta como la que ha realizado en Asturias el régimen socialista con el apoyo de Izquierda Unida?
Asturias necesita el cambio. Y para dar ese paso sólo hay una alternativa real, creíble y consolidada dentro de un proyecto nacional. La alternativa, la única alternativa para Asturias, la representa el Partido Popular.
El cambio, el cambio que nosotros proponemos es el que significa preocuparse y ocuparse de los problemas reales de la gente. Dar respuestas y resolver los problemas de los asturianos, de todos los asturianos.
Y lo haremos con un gobierno presidido por la austeridad, el rigor, el respeto a la legalidad, la máxima eficiencia en la gestión y un compromiso inquebrantable e innegociable: la defensa de los intereses de Asturias y de los asturianos. Ya sabes Presidente, lo de la lealtad reivindicativa.
Como escribió Victor Hugo “El futuro tiene muchos nombres: para el débil es lo inalcanzable; para el miedoso, lo desconocido. Para el valiente es la oportunidad”.
“Pese a la importancia del reto que tenemos por delante y de este imponente espacio, hoy tengo que deciros que a doce días de las elecciones estoy tranquila, que soy una candidata que está tranquila.Enfrentarnos a unas elecciones supone siempre un gran esfuerzo. Sabemos que nos enfrentamos a una ardua tarea, pero yo estaba segura que iba a en contar con todo el apoyo de nuestro partido: un partido unido, fuerte y comprometido.