Cuatro expertos independientes de la ONU condenaron el arresto de al menos 16 personas en Siria, incluidos varios defensores de los derechos humanos, y expresaron alarma por su posible tortura mientras permanezcan detenidas. Todo parece indicar que los arrestos estuvieron directamente relacionados con la labor de estas personas en el Centro Sirio para la Libertad de Expresión, señalaron en un comunicado conjunto los relatores para activistas de las garantías fundamentales, Margaret Sekaggya; libertad de expresión, Frank La Rue; tortura, Juan Méndez; y detenciones arbitrarias, El Hadji Malick Sow.

“Las autoridades sirias deben poner fin al acoso contra los defensores de derechos humanos y liberar a todas las personas arrestadas”, apuntaron.

Según los testimonios, la tarde del jueves 16 de febrero, un grupo de efectivos de las fuerzas de seguridad asaltaron las oficinas del Centro para la Libertad de Expresión y arrestaron a su director y a quince personas más.

Los detenidos fueron llevados al aeropuerto con los ojos vendados.

Los relatores advirtieron que este tipo de detenciones son recurrentes en Siria desde marzo de 2011 y recordaron que los arrestos sin bases legales nunca deben ser un método de represión.

Agregaron que la situación actual en ese país no debe servir como pretexto para que el gobierno acose a los activistas de derechos humanos. “Al contrario, estas personas tienen un papel crucial en las coyunturas de alto riesgo. El gobierno debe trabajar con ellos, no contra ellos”, apuntaron los expertos.