Los azules mejoraron su imagen, plantaron cara al líder y realizaron un buen partido
El Oviedo se encontró en el Polideportivo de Pumarín a un River Andorra muy serio, solvente y cada día más cerca de dar el salto a la Adecco Oro. Los azules consiguieron mejorar su juego, la solvencia defensiva y la imagen de equipo, manteniendo por momentos a raya a los visitantes, aunque todo esto no fue suficiente (63-78).
El inicio del primer cuarto, un parcial de mano de 0-11 para los de Joan Peñarroya hacía presagiar lo peor. Sin embargo, el equipo no se vino abajo y fue capaz de retomar el pulso al encuentro, metiéndose en él con un 7-0 que le acercaba a los andorranos.
Incluso, en un rápido contragolpe, el Oviedo llegó a ponerse por delante en el primer cuarto, en una jugada de 2+1 de Bryan LeDuc (15-14), aunque tardaron poco los visitantes en poner el orden esperado en el marcador.
El Andorra intentó tomar ventaja, pero el equipo de Alfredo Riera poco tuvo que ver con el que salió aplastado ante el Prat Joventud.
Intensos en defensa, los carbayones lograron frenar los ímpetus del Andorra. La distancia no pasaba de los seis puntos y Peñarroya no estaba contento con su equipo. Un tiempo muerto le sirvió para recomponer el juego y tomar una ventaja que llegó a ser de once puntos, pero el Oviedo supo recortarla para acabar siete abajo al descanso (35-42).
El conjunto de Peñarroya fue poco a poco imponiendo su juego ante un Oviedo peleón pero que no pudo evitar que los andorranos llegasen en el tercer cuarto a tener 14 puntos de ventaja, dos menos para afrontar el último periodo.
Por si fuese poco, el acierto también les acompaña, lo que dejó al equipo ovetense únicamente con la misión de lograr la diferencia más corta posible. Llegó a ser de 15, los mismos con los que se llegó al final, muy celebrado por Andorra, que ya se ve de Oro.