Por Fernando Bazán.noticiasdesiria.blogspot.- La Asamblea General de ONU aprobó una resolución respaldando el plan de la Liga Árabe que pide al presidente de Siria que renuncie y condena enérgicamente violaciones de los DDHH de su régimen contra los manifestantes; la resolución fue aprobada por 137 a favor, 12 en contra y 17 abstenciones, Rusia y China - que habían vetó una resolución similar en el Consejo de Seguridad- votaron en contra de la resolución de la Asamblea.
Rusia se opuso ya que, desde su punto de vista, el proyecto de resolución aprobado en la Asamblea General se centra exclusivamente en el régimen de Al-Assad y no en detener a la violencia armada desde la oposición. El Viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Gennady Gatilov, sostuvo que este nuevo documento no difiere mucho del proyecto de resolución del Consejo de Seguridad que Rusia y China vetaron días atrás; Gatilov considera que el proyecto es desequilibrado ya que centra las demandas en el gobierno y no dice nada sobre el papel de la oposición en la violencia.
China, el otro miembro del Consejo que vetó la resolución, si bien ha condenado la violencia contra los civiles y le pidió al gobierno que respete el "legítimo" deseo de reforma de la población, el Ministerio chino de Relaciones Exteriores dijo que las sanciones o la amenaza de sanciones no eran propicias para la resolución adecuada de este problema. El Viceministro de Relaciones Exteriores chino, Zhai Jun, irá a Damasco mañana en lo que Beijín dijo que era un intento de encontrar una "pacífica y apropiada" la resolución del conflicto. Oficialmente, Beijing practica una política de no injerencia en los asuntos de otros países, pero a medida que China es más influyente internacionalmente, esta una política que se está volviendo más difícil de sostener.
En el caso de Siria, China mantiene una cautela sobre las intenciones occidentales en la región. Un editorial en el periódico Diario del Pueblo -portavoz del Partido Comunista- advirtió que la violencia en Siria podría empeorar si las potencias extranjeras intervienen; asimismo, el diario señaló que el objetivo de EE.UU. era establecer un gobierno amigo en Siria con el fin de contrarrestar la influencia de Irán.
La sesión de la Asamblea comenzó con durísimo discurso del Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien le pidió a las autoridades sirias que detengan el asesinato de civiles y advirtió sobre la posible comisión de delitos de lesa humanidad en el país. Ban señaló que se ven a los barrios bombardeados en forma indiscriminada, los hospitales se utilizan como centros de tortura, niños de 10 años de edad son encarcelados y maltratados.
La información que la mayoría de los heridos no van a los hospitales públicos por temor a ser detenidos o torturados la dio a conocer el Alto Comisionado para los DDHH de ONU, Navi Pillay, en una reunión el 13 de febrero en Nueva York. Pillay dijo que la información es creíble, muestra patrones de uso sistemático y generalizado de la tortura en los centros de interrogatorio y detención por las fuerzas de seguridad.
Ban dijo que había leído el plan del presidente Al-Assad de celebrar un referéndum que podría llevar a elecciones multipartidistas en 90 días, pero dijo que la prioridad ahora es detener la violencia ya sea por las fuerzas de seguridad o por las fuerzas de la oposición. Ban, luego de inaugurar una conferencia internacional sobre la lucha contra el tráfico ilícito de drogas de Afganistán, dijo que se reunirá a los ministros de Exteriores de Rusia y Francia -en Viena- el próximo jueves para discutir las negociaciones estancadas dentro en el Consejo de Seguridad.
Las resoluciones de la Asamblea General no pueden ser vetadas y no tienen un carácter vinculante, pero reflejan la opinión mundial sobre temas importantes y pueden sentar una voluntad política sobre un determinado tema. En este contexto, los partidarios de la resolución aprobada hoy, tenían la esperanza de obtener un rotundo consentimiento para enviarle un fuerte mensaje al régimen de Al-Assad.
Tal como lo señaló el Secretario Ban, la falta de una decisión consensuada dentro del Consejo de Seguridad no le otorga una licencia al gobierno sirio para continuar su asalto contra su propio pueblo. Después del veto de Rusia y China, las fuerzas de seguridad sirias han intensificado las operaciones de represión, sobre todo en la ciudad central de Homs –el mayor epicentro de la resistencia- algo que fue señalado por los críticos de Al-Assad como una luz verde para aplastar el levantamiento con una fuerza militar abrumadora.
El mensaje de la Asamblea de Naciones Unidas no es solamente para Siria sino que también es para Rusia y China; el peso político de sostener al régimen de Al-Assad para proteger sus intereses nacionales comenzará a sentirse ya que la comunidad internacional no comparte el enfoque sobre Siria de estos dos Estados.