El sector hortofrutícola español ha mostrado su decepción ante la ratificación hoy del Acuerdo UE Marruecos por el pleno del Parlamento Europeo al entender que implica mayores concesiones al reino de Marruecos y perjudica de forma directa a los productores de frutas y hortalizas españoles. Por ello, ASAJA exigirá a la UE "el máximo rigor y vigilancia extrema para que las importaciones procedentes de Marruecos cumplan con todas las condiciones fijadas para acceder al mercado comunitario y el establecimiento de compensaciones destinadas a paliar las pérdidas que sufrirán los productores españoles".
La Asociación Agraria -Jóvenes Agricultores (ASAJA) ha recordado, en una nota de prensa, que la Comisión de Agricultura del PE rechazó la ratificación del Acuerdo, mientras que la Comisión de Negociaciones Internacionales enmendó el Dictamen de José Bové hasta darle una orientación contraria a la inicial y que consistía en oponerse a las pretensiones de la Comisión Europea de ratificar el Acuerdo.
En la nota, ASAJA señala que el Pleno del Parlamento Europeo "ha ignorado por completo las consideraciones del Informe Bové, donde además del conflicto del Sahara Occidental, se pone de manifiesto la falta del preceptivo estudio de impacto económico; el incumplimiento sistemático de las cláusulas del Acuerdo en vigor por parte de los exportadores marroquíes y los operados en la UE; las irregularidades aduaneras, y la falta absoluta del mas mínimo principio de reciprocidad en las condiciones de producción y venta".
La Asociación Agraria ha advertido que este Acuerdo supone perdidas para el sector de 2.240 millones de euros (un 16% de su facturación) al año, por lo que considera "de vital importancia" que la Administración "centre sus esfuerzos en que las autoridades comunitarias establezcan compensaciones económicas para paliar dichas pérdidas y apliquen las cláusulas del Acuerdo con total y absoluto rigor, impidiendo fraudes e irregularidades en las importaciones y nuevos incumplimientos sistemáticos de las condiciones, cantidades, calendarios y precios de entrada de productos importados de Marruecos".
En su opinión, estos esfuerzos deben centrarse en una nueva reglamentación comunitaria, "que no de lugar a interpretaciones que desvirtúen el Acuerdo", y en el establecimiento de "recursos suficientes para que la Unión Europea disponga de una verdadera frontera común, y que determinados puertos europeos dejen de ser el ‘coladero' que son en la actualidad".