Cristina G. Pedraz/DICYT La Retinopatía es la segunda causa de ceguera en España, la primera en edad laboral, y afecta a cerca del 50 por ciento de las personas con diabetes, según los datos de la Fundación para la Diabetes. Su detección temprana es decisiva para reducir los casos de ceguera por esta causa, de forma que todo el apoyo que puedan recibir los especialistas a nivel diagnóstico es clave. El Grupo de Ingeniería Biomédica (GIB) de la Universidad de Valladolid trabaja desde hace varios años en el desarrollo de herramientas de apoyo para estos especialistas, y han avanzado en esta línea a través de proyectos de investigación financiados, trabajos fin de carrera y tesis doctorales.
Una de ellas es la que está realizando María García Gadañón en colaboración con el Instituto de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) y el Hospital Clínico Universitario de Valladolid, centrada en el empleo de técnicas computacionales para detectar ciertos signos clínicos asociados a la retinopatía diabética en imágenes en color de fondo ocular, con el fin último de contribuir al diagnóstico precoz de esta patología. La experta ha presentado este trabajo en el último Seminario de Investigación organizado por el IOBA.
Como ha detallado a DiCYT, sus comienzos en el procesado de retinografías y en el procesado de imágenes médicas en general se inicia como parte de su tesis doctoral. “He estado trabajando en estos temas desde que me incorporé al Grupo de Ingeniería Biomédica en 2004, pero esta línea de investigación ya había sido iniciada con anterioridad por otros compañeros del grupo”, recuerda.
La ingeniería biomédica es un campo multidisciplinar, con lo que la mayoría de las líneas de investigación surgen de la colaboración entre médicos de diferentes especialidades y profesionales con un perfil más técnico. En el caso del procesado de retinografías, la línea surge a través de la cooperación entre profesores de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad de Valladolid y especialistas del IOBA y del Hospital Clínico Universitario de Valladolid. “El objetivo de todas estas investigaciones es desarrollar métodos y algoritmos que ayuden a los oftalmólogos en su práctica clínica”, recuerda la investigadora, quien detalla que el trabajo desarrollado hasta el momento se centra en la detección automática de diversas lesiones (exudados duros y lesiones rojizas) que pueden aparecer en las fases iniciales de la Retinopatía Diabética.
“Detectar estas lesiones de forma automática puede ayudar a los oftalmólogos a detectar la enfermedad en sus primeras etapas y a establecer un tratamiento adecuado, con lo que se contribuiría a prevenir los casos de pérdida severa de visión por esta causa”, subraya.
Estructuras oculares y lesiones asociadas
A los asistentes al Seminario del IOBA ha trasladado la idea general “de los esfuerzos que se están realizando en la comunidad científica en el procesado de retinografías, principalmente como ayuda al diagnóstico de la Retinopatía Diabética”. La investigadora ha hablado de los diversos trabajos en los que se tratan de detectar de forma automática tanto estructuras oculares como lesiones asociadas a la Retinopatía Diabética, y ha expuesto detalladamente el trabajo que se ha realizado hasta el momento en el Grupo de Ingeniería Biomédica en este sentido.
Aunque aún queda camino por recorrer “para que estas técnicas automáticas estén implantadas en la práctica clínica diaria”, son muchos los esfuerzos que, a su juicio, se están realizando a nivel internacional para contribuir a este objetivo, la ayuda al diagnóstico de la Retinopatía Diabética. “Espero que lleguemos finalmente a tener métodos automáticos lo suficientemente maduros y precisos como para que puedan ser una herramienta más a disposición de los oftalmólogos”, ha concluido.
Un problema en aumento | |
La Retinopatía es un problema creciente, puesto que se prevé que la población diabética se duplique en los próximos 15 años. La Retinopatía Diabética tiene su origen en el deterioro de los vasos sanguíneos de la retina, y puede clasificarse en dos tipos: no proliferativa (se desarrolla primero y se caracteriza por el agrandamiento de los vasos sanguíneos en ciertos puntos) y proliferativa (la modalidad más severa y avanzada de la enfermedad a partir de la cual crecen nuevos vasos frágiles y rompibles).
La aparición y la progresión de la retinopatía diabética están relacionadas con las alteraciones en el control de la glucemia. La hiperglucemia (niveles de glucosa en sangre altos) produce lesiones en la retina y en los vasos arteriales. Estas lesiones se agravan con la hipertensión arterial que frecuentemente padecen los pacientes con diabetes. Mantener la diabetes muy controlada y evitar alteraciones en la glucemia son las fórmulas para prevenir la retinopatía, ya que esta dolencia no presenta síntomas y no es una enfermedad dolorosa. Sin prevención, el paciente no se percatará de la patología hasta que no aparezcan los primeros síntomas de ceguera irreversible. |