La posibilidad de que la Unión Europea llegue a un acuerdo con Marruecos sobre la liberalización del comercio de productos agrícolas y pesqueros ha suscitado reacciones encontradas a su paso por las comisiones parlamentarias. El pleno del Parlamento Europeo debatirá hoy el acuerdo, cuya votación está prevista este jueves. ¿A qué se debe la división de opiniones sobre este tema? Hemos pedido a dos eurodiputados que nos expliquen el por qué de sus posturas divergentes.
El francés del grupo de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica José Bové fue ponente de informe sobre el acuerdo en la comisión parlamentaria de Mercado Interno. Sugirió que el Parlamento congele la aprobación del acuerdo, evitando, de ese modo, su entrada en vigor. Sin embargo, la comisión parlamentaria en su conjunto acordó recomendar que el acuerdo reciba apoyo del pleno de la Eurocámara.
Uno de los eurodiputados que se mostraron favorables a que el pleno apruebe el acuerdo fue la italiana del grupo del Partido Popular Europeo Cristiana Muscardini, que representó a este grupo político en las negociaciones en la misma comisión parlamentaria.
Además de la de Mercado Interno, fueron consultadas otras dos comisiones parlamentarias: la de Agricultura y la de Pesca. La primera se declaró contraria a que el Parlamento en su conjunto apoye el acuerdo, mientras que la segunda se posicionó a favor.
Los grupos políticos que apoyan el acuerdo (populares, socialistas, liberales y conservadores y reformistas) han presentado una resolución sobre el tema en la que se incluyen algunas de las inquietudes planteadas por quienes se oponen al acuerdo.
El tema es objeto de opiniones encontradas en la Eurocámara; por ello, hemos pedido a los eurodiputados José Bové y Cristiana Muscardini que nos expliquen sus respectivos puntos de vista sobre el acuerdo.
ENTREVISTA
Señora Muscardini, señor Bové, ¿por qué cree que el PE debería aprobar o rechazar el acuerdo?
Muscardini: Este acuerdo representa una oportunidad concreta para que Europa apoye el desarrollo de los países euromediterráneos, empezando por Marruecos, que ha abordado hace poco reformas democráticas. Y es una puerta abierta para los países de la zona que han atravesado la revolución de la primavera árabe. Al aprobar este importante acuerdo, la Unión Europea comenzará a impulsar las reformas económicas necesarias para crear zonas comerciales mejores, más seguras y más justas en el Mediterráneo.
Bové: El Parlamento debe pronunciarse en contra de este nuevo acuerdo de liberalización, porque tendrá consecuencias desastrosas para la agricultura familiar, que representa el veinte por ciento de la población activa en Marruecos, al igual que en los países del sur de la Unión Europea, particularmente España y Francia. Este acuerdo va a reducir por mucho tiempo la capacidad de Marruecos para aumentar su autonomía alimentaria. Pone a los consumidores de ese país en una situación de riesgo frente a la especulación en los mercados mundiales de productos agrícolas.
¿Quién se beneficiará del acuerdo entre la UE y Marruecos?
Muscardini: Beneficiará tanto a Marruecos, al desarrollar su sector agrícola a través del impulso de las exportaciones e importaciones desde Europa, como a la UE, por supuesto, que abriría su mercado a zonas mediterráneas afectadas por las revoluciones árabes, y que necesitan inversiones y apoyo económico para consolidar la democracia. Los agricultores europeos podrían comerciar y exportar sus productos a los mercados euromediterráneos; cláusulas de salvaguarda ofrecerían garantías en caso de saturación de los mercados.
Bové: contrariamente a la voluntad de acudir en ayuda de los agricultores marroquíes, el acuerdo aumentará las exportaciones de la UE en un 50 por ciento y las de Marruecos, en un quince por ciento. En los sectores beneficiarios, las cosas también están bloqueadas. Las empresas europeas que exportan cereales o leche en polvo esperan que se firme este acuerdo. También se beneficiarían las grandes empresas europeas de transformación de productos agroalimentarios. Del lado marroquí, algunas sociedades que producen frutas y verduras para su exportación verían crecer sus ventas. Los beneficiarios serían, por tanto, un puñado de grandes empresas de ambas orillas del Mediterráneo, a costa de la economía familiar.
¿Cuál será la repercusión de una eventual aprobación o rechazo del acuerdo sobre las relaciones entre la UE y Marruecos?
Muscardini: Si el Parlamento rechaza el acuerdo, la Unión Europea perderá una oportunidad de convertirse en un actor fundamental en la zona euromediterránea. El acuerdo agrícola subraya nuestra responsabilidad hacia un país, nuestro vecino, que debería ser considerado como una importante puerta a los mercados mediterráneos. Las revoluciones árabes no han afectado a Marruecos.
Bové: El rechazo de este acuerdo permitirá abrir nuevas negociaciones con Marruecos sobre nuevas bases. Pero en un plano más global, pienso que representará una señal firme hacia la Comisión para que modifique el método actual e introduzca al Parlamento Europeo en las negociaciones entre las partes. Debe producir estudios de impacto serios y concretos sobre las consecuencias económicas, sociales, medioambientales y presupuestarias de los acuerdos que negocia. No podemos aceptar ya que el Parlamento no vaya a pronunciarse más que con un "sí" o un "no". Las negociaciones de un acuerdo con Mercosur nos darán pronto la oportunidad de comprobar si se ha captado el mensaje