Hace unas semanas un joven de 34 años se personó en las dependencias de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Oviedo para denunciar que acaba de recibir una carta remitida por una empresa de cobros, en la que se le comunicaba que el restaurante, donde hacia cuatro meses había celebrado su boda, le reclamaba el pago del banquete.
En la misma se le informaba que sino efectuaba el pago se procedería a su reclamación por vía judicial. La deuda ascendía a 18.000 euros.
El Grupo de Delitos Económicos y Tecnológicos se hizo cargo de la investigación, confirmando que efectivamente el joven había realizado el pago de la celebración a un empleado del restaurante. Éste, a su vez se lo había quedado, obviando comunicárselo a sus jefes.
Este individuo llegó incluso a crear una dirección de correo falsa con el nombre del joven, a través del cual, los responsables del restaurante contactaron con el supuesto recién casado y desde el que llegó a mandar tres correos comunicando que pronto pasaría a satisfacer su deuda. También les facilitó su propio número de teléfono a través del cual hablaba con ellos en los mismos términos.
Ni siquiera reconoció la verdad cuando los responsables le comunicaron que iban a exigir el pago a través de una empresa de cobros, y que con toda probabilidad, el joven iba a ser incluido en una lista de morosos.
Cuando se le mostraron todas las evidencias, el individuo lo único que alegó es que había perdido el dinero, si bien, en estos cuatro meses jamás lo denunció, ni lo comunicó a nadie del restaurante.
La investigación demostró que este hombre había actuado de mala fe y de forma planificada, confiando en que el joven, con la emoción del enlace, no habría guardado la factura con la que demostrar el pago.
Fue detenido como presunto autor de un delito de apropiación indebida. Carecía de antecedentes anteriores. Tras ser oído en declaración fue puesto en libertad a la espera de la celebración del juicio.