AM Diego D
La noticia positiva de ayer fue el regreso de Candela al equipo tras su operación
El Real Oviedo regresó esta mañana a los entrenamientos en El Requexón tras la derrota de ayer ante el Atlético de Madrid B en el Carlos Tartiere (0-2), donde los azules no caían desde la jornada 4 del campeonato liguero de Segunda División B.
Un filial colchonero que se llevaba del fortín azul demasiado premio después de lo visto sobre el terreno de juego.
Y es que los hombres de Pantic sacaron petroleo de los pocos acercamientos que tuvieron a la meta de Lledó, mientras que los de Pacheta se deseperaban ante un gol que no llegaba pese a cosechar las mejores ocasiones e incluso estrellar dos balones en el larguero.
Esta derrota unida a la victoria de rivales directos en la lucha por meterse en la zona de playoffs relegan a los carbayones al sexto puesto de la clasificación después de estar asentado durante nueve jornadas en la zona noble de la clasificación.
Lo reconocía el propio Pacheta en la rueda de prensa posterior al partido de ayer, donde afirmaba que "hemos pagado muy caro medio error que cometimos. Creo que el resultado no es justo para lo que hemos hecho, pero es inamovible".
En la sesión de esta mañana, y como viene siendo habitual en los entrenamientos después de un partido, el cuerpo técnico dividió a la plantilla en dos grupos. Por un lado los que jugaron más minutos tuvieron una sesión regenerativa, mientras que los que no lo hicieron y algunos jugadores del filial completaron una carga de trabajo más exigente que finalizó con un partido en terreno reducido.
La primera plantilla disfrutará mañana, martes, de su jornada de descanso semanal y regresará a los entrenamientos el miércoles para centrarse en el partido de La Roda.