Por Malullaco.-Debe de haber muy pocos ovetenses, que no hayan pasado en alguna ocasión por la Cafetería Restaurante Jena.
Por una parte, está su estratégica situación, en el número 8 de la Calle Principado. Una calle que lleva el nombre del emblemático teatro cine ovetense, ya desaparecido (como tantas salas del cinematógrafo) y que tanto frecuentamos en nuestra juventud. Cuando íbamos al cine, casi era obligada la visita a la Cafetería Jena, para tomarnos un piscolabis a base de un buen sanwich o uno de los apetecibles pinchos del gran surtido que adornaban la barra del establecimiento. Por eso digo, que aparte de estar en una zona que frecuentábamos muchísimo, sabíamos que a muy buen precio teníamos un sitio ideal para tomar un apetitoso bocado.
En los tiempos actuales, posiblemente haya cambiado el tipo de clientela, ya que por lo que pude apreciar últimamente, los nuevos parroquianos asiduos, provienen más bien de las oficinas adyacentes y personal del Palacio de la Junta del Principado.
Por otra parte, a lo que antiguamente era más bien cafetería, en la actualidad le añadió el servicio de restaurante, con un magnífico menú diario de cocina tradicional, a un precio muy competitivo que atrae a un público que sabe valorarlo y pregonarlo de boca a oreja.
La Cofradía Doña Gontrodo como es lógico, recibió el mensaje y optó por probar el menú del pasado día 8, dándose cita en esta ocasión, diez miembros de las que componen, la popular cofradía gastronómica ovetense de mujeres.
Fueron ellas: Estela, Cheres, Nieves, Raquel, Maria Victoria, Maria Luisa, Lydia, Margarita, Elena y Mary Carmen.
Una diligente camarera que les atendió estupendamente toda la comida, les invitó a sentarse a la mesa, para ofrecerles el plato del día, que consistió en lo siguiente:
Patatas Rellenas
Merluza a la Romana con guarnición de patatas fritas y ensalada.
Tambien se sirvió ternera guisada, para que se pudiera elegir.
Hubo postres variados a base de tartas y sorbetes
Cafés e infusiones, agua , así como vino rioja tinto y rosado.
Un precio más que razonable con productos de calidad y bien elaborados. Y destacando de nuevo la amabilidad del personal.
Al final como siempre, la cofradía hizo la entrega del diploma encuadrado, que atestigua el paso de la cofradía por este restaurante que es a su vez una cafetería que te transmite viejos recuerdos.