CGP/DICYT El Museo de la Ciencia de Valladolid ha presentado hoy la renovación de la Sala del Agua, un espacio expositivo de 400 metros cuadrados que muestra el ciclo de este elemento básico para la vida, desde que se capta para el consumo humano hasta que se devuelve al medio. La muestra permanente, patrocinada por Aguas de Valladolid, se completa así con cinco nuevos módulos, dos paneles y dos contenidos interactivos, que además de un papel divulgativo tienen como fin concienciar a la sociedad sobre la importancia de su racionalización.

Jesús García del Valle, director gerente de Aguas de Valladolid, ha recordado en declaraciones recogidas por DiCYT que, desde el año 1997, la compañía se ha comprometido a colaborar en la vida social y cultural de la ciudad. “Tratamos no solo de mejorar la gestión del agua, también que los avances que hacemos día a día los puedan ver los ciudadanos de Valladolid”, ha recalcado.

Desde que se inaugurara la muestra en 2003, se calcula que 300.000 personas han podido visitarla. La actualización de sus contenidos nueve años después radica, según García del Valle, en que “al igual que la compañía mejora cada día es necesario que esto también se vea en la Sala del Agua del Museo”.

El director gerente de Aguas de Valladolid ha recordado además la faceta concienciadora de la muestra, ya que “de un recurso que parecía inagotable nos hemos dado cuenta que debemos ser respetuosos con el agua, teniendo unos usos y hábitos sostenibles”. Así, uno de los objetivos de la exposición es que “todos los visitantes que salgan de ella reflexionen sobre la importancia que realmente tiene el agua y conozcan el ciclo que sigue en Valladolid”.

Por su parte la directora del Museo, Inés Rodríguez Hidalgo, ha apuntado que en el Día Internacional de los Museos de 2011, cuando se realizó una encuesta sobre los contenidos más interesantes del Museo a juicio de los visitantes, “el público votó que la Sala del Agua era el mejor espacio”.

Nuevos contenidos

En cuanto a los nuevos contenidos, la Sala del Agua ha incorporado cinco módulos. En el primero, denominado ¡Qué viene la ola!, se podrán observar las olas producidas por una plancha metálica cuya oscilación perturba periódicamente la superficie del agua y, por otro, se podrá crear el rumor de las olas. El segundo espacio, ¡Escucha, está en tu mano! muestra que, hace cientos de años, los habitantes de América central y del sur atraparon en los conocidos “palos de agua” el sonido de la lluvia. Mientras, el tercero, Tubos de luz y agua, exhibe una serie de tubos que ponen de manifiesto, por un lado, los niveles de gasto y ahorro de agua durante el desarrollo de actividades cotidianas y, por otro, el consumo medio de agua por habitante en diferentes países, desde Sudán a Estados Unidos.

El cuarto espacio está compuesto por una maqueta a tamaño real de un hombre que refleja que el agua es el componente principal del cuerpo, representando el 70 por ciento del peso corporal. Finalmente, el último módulo representa una gran bola del mundo que muestra la distribución de agua en el planeta.

Respecto a los nuevos paneles, en uno de ellos se explica la formación del arco iris, y en otro se pone de manifiesto que el agua no tiene memoria, dado que se usa la mismo que intervino hace cientos de años en el metabolismo de los dinosaurios. Por último, las aplicaciones interactivas incorporadas son una gota de agua que cae de las nubes al suelo, explicando la formación del suelo gracias a la acción del medio y de los seres vivos; y un “mundo de agua” en el que este líquido es el elemento más importante. En este espacio interactivo los visitantes podrán conocer el ciclo urbano del agua o descubrir la historia de las arcas reales en Valladolid.