JPA/DICYT Científicos del Hospital de León y del Instituto de Biomedicina (Ibiomed) de la Universidad de León han realizado un estudio clínico para probar un nuevo fármaco contra la uveítis, una inflamación de ojo. La uveítis posterior, de la que se ocupa esta investigación, afecta a la úvea, comprometiendo la coroides, una capa de vasos sanguíneos y tejido conectivo en la parte media del ojo, y también la retina. Aunque es frecuente que esta enfermedad esté provocada por infecciones, en este caso el objetivo es tratar la que está causada por un trastorno autoinmune y para ello los científicos han usado un fármaco biológico que parece dar buenos resultados, así que han publicado sus conclusiones en la revista Eye.
“Una enfermedad es autoinmune cuando el sistema inmune se activa y nos agrede”, explica en declaraciones a DiCYT José María Ruiz de Morales, jefe de Inmunología del Hospital. Para tratar la uveítis posterior se utilizan inmunodepresores, generalmente corticoides, “pero los pacientes no siempre responden adecuadamente”.
Por eso, los investigadores han probado adalimumab, un fármaco empleado en otras patologías inflamatorias, como la artritis reumatoide. Se trata de un agente anti-TNF, es decir, que bloquea la proteína TNF (factor de necrosis tumoral), una proteína que libera las células del sistema inmune. Al ser un fármaco ya usado en otros casos, se sabe que el tratamiento es seguro, de manera que el estudio clínico entró directamente en fase III, buscando la efectividad en pacientes.
Para realizar el estudio, los investigadores compararon un grupo de enfermos a los que se les suministraron los inmunodepresores habituales con otro al que se le aplicó esta nueva terapia. En el segundo caso, “además de bloquear la molécula inflamatoria TNF, se inducen los linfocitos T reguladores que detienen la producción de TNF, de manera que no sólo se evita la inflamación de forma transitoria, como el tratamiento habitual, sino que la evolución posterior es mejor.
Otros tipos de uveítis
“Hasta ahora, cuando quitas el corticoide vuelve la enfermedad”, comenta Miguel Cordero, investigador del servicio de Oftalmología del Hospital, que ha basado su tesis doctoral en este trabajo. En cambio, los efectos del nuevo tratamiento prometen ser más duraderos. El estudio está vinculado a otro anterior realizado por este mismo grupo de investigación sobre un tipo de uveítis infecciosa relacionada con tuberculosis. Sin embargo, la mayor parte de los casos son de origen autoinmune.
El principal síntoma de la uveítis es la pérdida de agudeza visual, especialmente por la noche y al leer o ver la televisión. A veces está acompañada por dolor y enrojecimiento del ojo. Este órgano es tan sensible que una mínina inflamación hace que la luz no llegue con nitidez.
FOTO: El equipo de la investigación en uveítis, de izquierda a derecha: Miguel Cordero, Sara Calleja, José María Ruiz de Morales y Manuel Franco. Foto: Miguel Cordero.