CGP/DICYT Expertos de toda España se reúnen estos días en el Paraninfo del Palacio de Congresos Conde Ansúrez de la Universidad de Valladolid para conocer y debatir las diversas aplicaciones que tiene la lógica fuzzy o lógica difusa en la vida cotidiana. Se trata del XVI Congreso Español sobre Tecnologías y Lógica Fuzzy en el que participan investigadores de la División de TICS del centro tecnológico Cartif, con su director, Gregorio Sáinz, a la cabeza. Sáinz ha explicado a DiCYT las aplicaciones de la lógica fuzzy, que se utiliza para resolver procesos de gran complejidad para los que no existen modelos matemáticos precisos.
“La lógica difusa trata de manejar conceptos como alto, bajo, feo o guapo, por ejemplo, como lo hacen las personas, y eso hay que formularlo para que un ordenador pueda trabajar con ello”, recuerda. Así, en inteligencia artificial se usa para resolver gran variedad de problemas, ya que imitan la forma en que toman decisiones los humanos con la ventaja de que son mucho más rápidos. En la programación de computadoras la lógica difusa se emplea para imitar el razonamiento humano usando modelos matemáticos para representar nociones subjetivas como por ejemplo caliente, tibio y frío.
Durante el congreso, de carácter bianual y que reúne a cerca de 130 científicos, detalla Sáinz, se han abordado las nuevas técnicas para la enseñanza universitaria en el contexto de las tecnologías y la lógica fuzzy, y también cómo se usa esta lógica en la fabricación de células fotovoltaicas, en la fusión de información visual, en la industria textil, en informes climáticos de temperatura, en bibliotecas digitales o sistemas de ayuda a la toma de decisiones, entre otros.
Se trata de sesiones especializadas en aplicación a problemas, aunque también se han desarrollado ponencias sobre la teoría, “que es completamente matemática”, e incluso una mesa redonda en la que han participado empresas y centros tecnológicos en la que se ha profundizado “en cómo colaborar mejor en I+D+i para transferir el conocimiento científico a un conocimiento aplicado a nivel empresarial”.
Cartif trabaja en esta línea en áreas como la minería de datos o el mantenimiento de estructuras ferroviarias, “donde existen muchos datos y hay que extraerlos para que ese conocimiento pueda ser manejado por un operario de una empresa y poder hacer mejor mantenimiento”, añade.