Nairobi - Las Naciones Unidas declararon hoy el fin de las condiciones de hambruna en Somalia, pero advirtieron que debido a la recurrencia de la sequía en el Cuerno de África el hambre sigue siendo una amenaza, a menos que se tomen medidas de largo plazo para restablecer la seguridad alimentaria.
Un nuevo informe de la Unidad de Análisis de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición (FSNAU), cuya gestión corre a cargo de la FAO y la Red de sistemas de alerta temprana contra la hambruna (FEWS NET), de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el número de personas que necesitan ayuda humanitaria de emergencia en Somalia disminuyó de 4 millones a 2,34 millones, el 31 por ciento de la población. En el momento más agudo de la crisis, 750 000 personas corrían peligro de muerte.
"La llegada de las lluvias tan esperadas, aunada a los considerables insumos agrícolas suministrados y la respuesta humanitaria desplegada en los últimos seis meses son las razones principales de esta mejoría", declaró hoy José Graziano da Silva, nuevo Director General de la FAO, en una conferencia de prensa celebrada en Nairobi, después de su visita al sur de Somalia.
"Sin embargo, la crisis no ha terminado. Sólo podrá resolverse si se conjugan las lluvias con intervenciones continuas, coordinadas y de largo plazo que fortalezcan la resiliencia de la población local y que asocien el socorro con el desarrollo. Es imposible evitar la sequía, pero se pueden establecer medidas para tratar de evitar que se conviertan en hambruna. Tenemos tres meses hasta la próxima temporada de lluvias", añadió.
Graziano da Silva hizo énfasis en que la FAO intensificará sus actividades actuales en el Cuerno de África y destacó que la agricultura es un factor decisivo para establecer la paz y la estabilidad en la región.
Respuesta acertada
De acuerdo con FSNAU/FEWS NET, las lluvias suficientes de octubre a diciembre de 2011 aunadas a las intervenciones agrícolas y humanitarias permitieron a los agricultores producir y comprar más alimentos.
En su respuesta de emergencia la FAO distribuyó semillas y fertilizantes a los agricultores somalíes. En las regiones de Bay y Shabelle aprovecharon las lluvias y los insumos proporcionados por la FAO y por otras organizaciones para duplicar su producción de maíz y sorgo, y recoger la cosecha más abundante de muchos años.
La FAO también rehabilitó 594 kilómetros de canales de irrigación y atendió a 2,6 millones de cabezas de ganado que corrían riesgos de contraer enfermedades e infecciones asociadas a la sequía.
En los últimos seis meses, la FAO, UNICEF, el PMA y algunas ONG internacionales también efectuaron programas de efectivo por trabajo y de vales para obtener alimentos, en vez de limitarse a distribuir alimentos e insumos. Este efectivo permitió a las familias comprar alimentos localmente y de esta manera estimular la recuperación económica y contribuir al restablecimiento de la infraestructura local para la agricultura y la cría de ganado.
Esta mezcla de intervenciones agrícolas y humanitarias ha contribuido a reducir considerablemente los precios locales de los cereales en casi todas las zonas vulnerables del sur y mejoró el poder adquisitivo de las familias pobres. En las zonas productoras de sorgo, por ejemplo, la cantidad de cereales que podía comprar la gente con el trabajo de un día aumentó de 4 a 14 kilogramos, entre julio y diciembre de 2011.
Los últimos cultivos, aunque aumentaron mucho, fueron de una cosecha secundaria que sólo aporta el 10 por ciento de las necesidades anuales de cereales, de modo que las existencias sólo durarán hasta la siguiente temporada de siembra, que se inicia de abril a junio. El informe también advirtió que siguen en peligro unos 325 000 niños somalíes que padecen de malnutrición aguda.
La crisis en curso sigue asolando la totalidad del Cuerno de África, donde 9,5 millones de personas necesitan ayuda de emergencia en Somalia, Kenya, Etiopía y Djibouti, en vez de los 13 millones que la necesitaban en los momentos más críticos.
Renovación del compromiso
El Director General de la FAO también llamó a la renovación del compromiso de todos los participantes: los gobiernos, los organismos regionales como la Unión Africana y la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo (IGAD), el sector privado, las organizaciones de la sociedad civil, los cooperantes y los propios pueblos de la región. También manifestó el compromiso de la FAO de trabajar en el ámbito de las iniciativas en curso, como el Programa general para el desarrollo de la agricultura en África (CAADP).
Acompañado por el Presidente del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, el Embajador Yaya Olaniran, y por altos funcionarios de la FAO, el Director General de la Organización visitó la aldea de Dollow, en la región de Gedo, en Somalia, para evaluar directamente la situación y ver el trabajo que están realizando la FAO y sus asociados.
"Tuve la rara oportunidad de reunirme con agricultores y pastores somalíes en Dollow, presencié el impacto que podemos producir en sus vidas. Y, lo más importante, vi lo que ellos pueden hacer por sí mismos, siempre que reciban el apoyo adecuado en el momento oportuno", señaló.
En 2009-2010 la FAO dio ayuda a 1 500 familias de agricultores y a 35 000 familias de pastores en la región de Gedo para fortalecer su resiliencia. Esto les permitió afrontar la hambruna reciente sin ayuda externa, ya que pudieron producir y vender sus propios alimentos. //FAO
FOTO: UNICEF