Una nueva investigación analiza la influencia de ciertas características del nacimiento y la infancia de las mujeres con su densidad mamográfica, un importante marcador de riesgo para cáncer de mama. Los resultados revelan que las nacidas de madres con más de 39 años y aquellas que eran más altas y delgadas que la mayoría antes de la pubertad presentan mayor densidad mamaria y, con ello, mayor riesgo de este cáncer.
Aunque desde hace tiempo es conocido el papel que desempeña la densidad mamográfica en el cáncer de mama, ahora investigadores del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) han liderado un estudio que explora la influencia de determinadas características con dicha densidad – la proporción de tejido radiológicamente blanco en la mamografía–, un importante marcador de riesgo de cáncer de mama.
Las mujeres con una densidad igual o mayor al 75% en una mamografía poseen cinco veces más riesgo de cáncer de mama
El trabajo, publicado en la revista Breast Cancer Research and Treatment y realizado sobre una muestra 3.574 mujeres con edades comprendidas entre los 45 y los 68 años, fue llevado a cabo con la colaboración de los programas de cribado de cáncer de mama de siete comunidades autónomas (Aragón, Baleares, Castilla-León, Cataluña, Galicia, Navarra y Valencia).
Los resultados revelan que las mujeres nacidas de madres con edad avanzada (superior a 39 años) y las que antes de la pubertad eran más altas y delgadas que la mayoría presentan en su edad adulta una mayor densidad mamográfica.
“La exposición acumulada a hormonas y factores de crecimiento en las primeras etapas de la vida, cuando las mamas empiezan a desarrollarse, condiciona la composición del tejido mamario y la probabilidad de desarrollar un tumor de mama en la etapa adulta”, explica a SINC Virginia Lope, primera autora del estudio e investigadora del Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII.
Un biomarcador muy potente
En la reunión anual de 2010 de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (AACR, por sus siglas en inglés) se presentaron varios estudios que apoyaban los resultados de diversas investigaciones publicadas unos años antes. Los trabajos mostraban cómo las mujeres con una densidad igual o mayor al 75% en una mamografía poseen cinco veces más riesgo de cáncer de mama que las mujeres con baja densidad.
Además, otros trabajos demostraron que las mujeres que experimentan una reducción de la densidad mamaria en seis años presentan menos riesgo a desarrollar este cáncer, en comparación con aquellas cuya densidad se mantiene estable.
Aunque la densidad mamográfica tiene un claro componente hereditario, varía también en función de los factores de riesgo conocidos del cáncer de mama, como la edad al primer parto y el número de hijos. “Por ello –concluye los autores– muchos estudios utilizan la densidad mamográfica para investigar la posible influencia de otras exposiciones en el riesgo de cáncer de mama”// SINC
Imagen: A. Avendaño/Wikipedia.