Se calcula que una cuarta parte de las mujeres, niños y adolescentes de Europa han sufrido maltrato físico. El coste de este tipo de violencia para la sociedad es extremadamente alto; sólo el de la violencia conyugal es de 16.000 millones de euros anuales. Y más allá de datos económicos, no debemos olvidarnos de sus consecuencias físicas y psíquicas. La eurodiputada socialista portuguesa Regina Bastos, ponente sobre el tema en el PE, explica las claves del programa Daphne contra la violencia
Señora Bastos, ¿puede presentarnos el programa Daphne brevemente?
El programa Daphne fue creado en 1997. Se trata de un programa que pretende combatir la violencia hacia las mujeres, los niños y los adolescentes. Es un verdadero éxito, tanto en términos de popularidad, según el número de personas implicadas, como en términos de eficacia de los proyectos que han sido financiados en el marco del programa.
¿Por qué es tan importante y único en Daphne?
El programa Daphne es el único programa europeo de este género. La lucha contra la violencia continúa siendo una prioridad, sobre todo debido a la aparición de nuevas formas de violencia como hacia las personas mayores, en las guarderías, en las relaciones íntimas entre adolescentes y más recientemente a través de las redes sociales en internet.
¿Va a seguir adelante este programa? ¿Cómo puede mejorarse?
Para el período de 2014 a 2020, el programa Daphne será integrado dentro de un nuevo programa sobre "Derechos y ciudadanía".
Es verdad que hubiésemos preferido que continuase con el mismo nombre, pero ante esta imposibilidad es esencial mantener los objetivos de Daphne entre los objetivos del nuevo programa de "Derechos y Ciudadanía", que sean mantenidos financieramente a un nivel comparable y que se refuerce su visibilidad.
Es igualmente necesario mejorar el reparto de programas entre los diferentes Estados miembros y simplificar las formalidades administrativas y las demandas de subvenciones, con el fin de que las ONGs, que desempeñan un papel muy importante, puedan continuar su implicación con las asociaciones.
Es igualmente importante reforzar la sensibilización ante el fenómeno de la violencia mediante la educación, los medios de comunicación, el sector sanitario, los servicios de policía y el sistema judicial.