Dice que el Gobierno habla de adoctrinamiento, “cuando se piensa precisamente en el adoctrinamiento”, y pregunta al ministro Wert si las familias “no bendecidas por la Iglesia”, o hablar de los derechos de los homosexuales son materias controvertidas

Asegura que la falta de reglas sobre el sistema financiero, “que ha campado por sus respetos”, ha acabado “con una economía de casino” que estamos pagando todos”

Rubalcaba se siente orgullosos del PSOE “que busca ponerse al servicio de la sociedad para recuperar la confianza de los ciudadanos”

Madrid, - El precandidato a la secretaría general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha mantenido esta mañana en Toledo una reunión con delegados y dirigentes socialistas de Castilla-La Mancha.

Acompañado, entre otros, por el secretario general de los socialistas castellano manchegos, José María Barreda, y por el alcalde de Toledo y secretario general del PSOE en esta provincia, Emiliano García-Page, Alfredo Pérez Rubalcaba ha dicho en el Parador Nacional de Toledo que “cuanto peor va la economía, más nos impone el Gobierno la ideología conservadora”.

Rubalcaba se refería así a la modificación de la asignatura Educación para la Ciudadanía, anunciada ayer en el Congreso por el ministro de Educación. En ese sentido, se ha mostrado muy preocupado porque “cada ministro que pasa por el Congreso, anuncia una contrarreforma, un paso atrás”, y ha citado como ejemplos la reforma de la justicia, o la de la Ley del Aborto, anunciadas la pasada semana por el ministro Gallardón.

“Si va mal la economía, el Gobierno, para compensar, nos da kilos de ideología conservadora”, ha dicho Rubalcaba, para quien “lo más peculiar” son las explicaciones del ministro Wert porque “habla de adoctrinamiento cuando se está pensando precisamente en el adoctrinamiento”.

Así, el dirigente socialista ha preguntado al ministro de educación si son “temas controvertidos” explicar los diferentes tipos de familias como “las no bendecidas por la Iglesia”, o hablar de los derechos de los homosexuales.

“Es un tema de doctrinarismo, de retroceso, y paso atrás”, ha afirmado.

Orgulloso del PSOE

Ante los medios de comunicación, Rubalcaba se ha mostrado “orgulloso de mi partido” al que, según ha explicado, ha encontrado con ánimo y con ganas de trabajar “en nombre de unos principios que solo el PSOE puede defender”.

Por eso, ha alabado el “trabajo de reflexión de miles de militantes” de cara al congreso de Sevilla, en un proceso “que busca poner el PSOE al servicio de los españoles, de los progresistas, y del conjunto de la sociedad en un momento especialmente difícil como es el que atravesamos de profunda crisis económica”.

Además, el precandidato a la secretaría general del Partido Socialista, se ha declarado “muy satisfecho” de la campaña realizada, y ha señalado que “a partir de ahí, la democracia funciona y los delegados elegirán lo mejor para el futuro del PSOE”.

Preguntado por si le gustaría ver a Emiliano García Page intentando la remontada en Castilla-La Mancha, Rubalcaba ha dicho que teniendo el respeto por los procesos internos de cada federación, “he de decir que me cae bien y es un secreto a voces”, por lo que ha asegurado que “ser alcalde de Toledo no es fácil, y ganar las elecciones como las ha ganado, no es fácil, y yo tengo la costumbre de valorar muy bien a los compañeros que son capaces de conectar así con los ciudadanos”.

La “economía de casino” del sistema financiero

A preguntas de los periodistas, Rubalcaba se ha referido finalmente al sistema financiero español y su relación en el origen de la crisis actual. A ese respecto, ha acusado al sistema financiero de “haber campado por sus respetos” durante 3 años sin ningún tipo de regulación, que ha terminado, en palabras de Rubalcaba, “en una economía de casino que estamos pagando todos”.

“Si lo políticos hubieran regulado este sistema financiero, y lo hubiesen puesto al servicio de los ciudadanos, y no de aquellos que mandan en el sistema financiero y se lucran de él, probablemente las cosas hubieran sido distintas”, ha afirmado, pues, en su opinión, deberíamos haber tenido reglas  “que impidieran que la codicia de unos cuantos, se haya llevado el trabajo de millones de personas en todo el mundo”.