CGP/DICYT Los yacimientos de Atapuerca forman parte de un proyecto internacional liderado por el Instituto Catalán de Paleoecologia Humana y Evolución Social (IPHES) sobre las técnicas de microscopía utilizadas para estudiar la superficie de herramientas de piedra y otros fósiles prehistóricos. El fin del proyecto, que se lleva a cabo en red con equipos de Inglaterra como el Natural History Museum, el British Museum, el University College of London y la University of Bradford, es evaluar su resolución, ver cómo se pueden complementar y mejorar los procedimientos de estudio.
El análisis microscópico se centra en objetos arqueológicos que pueden aportar información sobre procesos básicos para conocer las estrategias de subsistencia de las comunidades humanas prehistóricas, como son la utilización de los instrumentos líticos y el procesamiento de los recursos alimenticios de origen animal. "De esta manera.
podemos saber con más exactitud, por ejemplo, cómo usaban estas herramientas, qué animales procesaban, como lo hacían, etc", apunta Andreu Ollé, investigador del IPHES que coordina este proyecto.
Los sistemas de microscopía que se comparan son: el SEM (Microscopio Electrónico de Rasteig), el ESEM (Microscopio Electrónico de Barrido Ambiental), el LSCM (Microscopio confocal de barrido láser) y un el Alicona 3D Infinite Focus imaging microscope. En este marco, del 28 de noviembre al 2 de diciembre del pasado año tres miembros de las instituciones inglesas se acercaron hasta el IPHES, en Tarragona, Silvia Bello, antropóloga del Natural Histoy Museum; Simon Parfitt, paleontólogo del Natural History Museum y del University College of London, y Adrian Evans, traceólogo de la University of Bradford.
Fósiles humanos canibalizados del Mirador
"El objetivo de esta estancia era presentar la metodología de trabajo empleada en el IPHES en los análisis taxonómicos, zooarqueológicos y traceológicos", comenta Andreu Ollé. "En este sentido se fijaron especialmente en la colección de fósiles humanos canibalizados de la Edad del Bronce del yacimiento del Mirador (Atapuerca), ya que los compañeros del Natural History Museum están trabajando también sobre diferentes aspectos de esta práctica", explica el propio investigador del IPHES.
Por este motivo, "realizamos varias sesiones con microscopios electrónicos del Servicio de Recursos Científicos y Técnicos de la Universitat Rovira i Virgili (URV), donde analizamos materiales óseos y líticos arqueológicos de los yacimientos de El Mirador, Gran Dolina y Galería, en Atapuerca, así como de Pakefield i Happisburgh, en
Inglaterra. El análisis de materiales arqueológicos se completó con la de piezas experimentales, es decir, réplicas de objetos arqueológicos y restos faunísticos procedentes de experimentos de carnicería llevados a cabo en el IPHES y que se utilizan como patrones de referencia.
"Se ha visto que todas las técnicas de microscopía son complementarias. Es decir, la gran capacidad de aumentos y de resolución de imagen de los microscopios electrónicos se redondea con unas maravillosas prestaciones en cuanto a análisis de texturas, de perfiles y de reconstrucción 3D de los otros aparatos", comenta Andreu Ollé. "La principal conclusión que podemos extraer -puntualiza-, provisionalmente, es pues que el estudio de este tipo de objetos requiere del conocimiento y del uso combinado de diferentes aparatos de microscopía".
Durante los pasados días se ha llevado a cabo la última acción de este proyecto, en la Universidad de Bradford. Del 16 al 25 de enero, Andreu Ollé, Josep Maria Vergès, Palmira Saladié y Antonio Rodríguez realizaron una estancia específicamente dirigida al análisis simultáneo de muestras diversas con el microscopio electrónico ambiental y con el confocal, con el fin de avanzar con la comparación de su resolución.