Paseo por la gastronomía y la literatura en «El sabor de la eñe», del Instituto Cervantes
El libro invita a saborear la literatura en español con recetas culinarias y con textos de 57 autores de todos los países hispanohablantes
El Instituto Cervantes publica “El sabor de la eñe. Glosario de gastronomía y literatura”, un libro que contiene 59 breves “bocados literarios” de autores españoles e hispanoamericanos acompañados por las correspondientes recetas para elaborar esos alimentos. El volumen, editado en pequeño formato, pasa revista a la estrecha relación entre las palabras y la comida, e invita a saborear la literatura en español a través de las innumerables referencias a nuestras delicias culinarias.
A lo largo de sus 204 páginas, “El sabor de la eñe” ofrece un glosario de términos básicos de gastronomía, junto con textos alusivos a ésta de 57 escritores, así como un recetario que nos acerca a los fogones y hábitos alimenticios de todos los países hispanohablantes. Con ello se evidencia el peso fundamental que tiene el elemento culinario sobre la escritura en lengua española.
Con una tirada inicial de 1.500 ejemplares, esta edición no venal se distribuirá por la red de centros del Instituto Cervantes, muchos de los cuales vienen celebrando múltiples actividades relacionadas con la gastronomía y la cocina como elementos representativos de la cultura hispanohablante.
Alboronía, tacacho, pebre, chiles…
La obra arranca con un extracto de “El general en su laberinto” en el que Gabriel García Márquez menciona la alboronía, un plato típico de Colombia, a lo que acompañan las indicaciones para cocinar esta fritada con plátanos, berenjenas, calabaza y tomates, entre otros ingredientes.
A partir de ahí, desfilan textos en los que aparecen referencias literarias a un amplio abanico de comidas (divididas entre entrantes, platos principales y postres) y de bebidas, ligadas siempre a su correspondiente receta.
Así, Mario Vargas Llosa se refiere al tacacho (preparado de plátano y manteca) con cecina que se elabora en la selva peruana y que aparece en “Pantaleón y las visitadoras”. Antonio Skármeta, al pebre chileno sobre el que escribió en “El cartero de Neruda”; César Aira, al bife (o bistec) argentino de los que habla en “Los fantasmas”; Fernando Iwasaki, al cebiche peruano que mencionaba en su “Inmenso estrecho II”.
Ángeles Mastretta alude a los chiles (o pimientos) en nogada (que figuran en “Arráncame la vida”); Elena Poniatowska, a la enchilada mexicana (en “Tinísima”); Edmundo Paz Soldán, al sándwich de chola (o pierna de cerdo) boliviano (en “Palacio quemado”); Laura Restrepo, al buñuelo colombiano (en “Delirio”); Eliseo Alberto, a la frutabomba cubana (en “La fábula de José”); Santiago Roncagliolo, al dulce suspiro a la limeña peruano (en “Vacaciones en el Hyatt”); Federico Vegas, a la Hallaca (en "Sumario")
Once recetas españolas
España, su literatura y su cocina están representadas por 11 autores y otras tantas recetas. Los postres corren a cargo de Almudena Grandes y su ensaimada (que aparece en “Modelos de mujer”); Manuel Longares y su bartolillo (en “Romanticismo”), y Juan Pedro Castañeda y su quesadilla (en “La despedida”).
A ellos su suman recetas tan españolas como los pimientos rellenos (con un texto de Nuria Labari), el pincho de bacalao (al que alude Juan Bas), las sardinas asadas (Juan Jacinto Muñoz Rengel), la tortilla de patata (Manuel Vilas), el cocido madrileño (Beatriz Valdivielso), el torto (José Manuel Fajardo), la menestra (Miguel Serrano Larraz) y el sancocho canario (Luis León Barreto).
“El sabor de la eñe” concluye con un “fogón de lectura” que reúne, a modo de sobremesa, breves ensayos de Jorge Eduardo Benavides, Hipólito G. Navarro y Nuria Barrios.