JPA/DICYT Manel Esteller, científico del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) de Barcelona, ha recibido hoy el I Premio Nacional de Investigación en Cáncer ‘Doctores Diz Pintado’ en la sesión académica que las universidades de Salamanca y Pontificia de Salamanca han celebrado con motivo de la festividad de Santo Tomás de Aquino. En un encuentro previo con los medios de comunicación, el galardonado destacó que premios como éste, basados en una iniciativa particular, son muy importantes para el desarrollo de la investigación científica, como demuestran los países más avanzados. Sin embargo, en España escasea el mecenazgo científico y para fomentarlo es necesario ampliar la cultura científica y los incentivos fiscales.
El investigador ha asegurado en declaraciones recogidas por DiCYT que el galardón es un “estímulo para seguir investigando” y resaltó la importancia de que el conocimiento que se genera en los laboratorios llegue a los pacientes para que los hallazgos científicos tengan una “traslación rápida y lo mejor posible”, ya que “el cáncer nos afecta a todos”.
A pesar de que la investigación requiere un gran esfuerzo público, Esteller destacó el papel que debe tener la sociedad civil y que de hecho tiene en países anglosajones líderes en investigación, donde las aportaciones privadas superan incluso a la inversión pública. Los presupuestos de los gobiernos tienen su límite en coyunturas económicas difíciles, como la actual, así que es necesario estimular el mecenazgo, aseguró.
Más cultura científica
Sin embargo, para despertar ese interés privado por financiar la Ciencia, Esteller ve necesarias dos cuestiones. La primera es un cambio social para que se reconozca “la investigación científica como un activo”, de manera que los hallazgos científicos no se queden en breves notas en los periódicos, sino que “han de ser portada”, porque “la cultura no es sólo arte y literatura, también está la cultura científica”. En segundo lugar, para estimular el mecenazgo científico es necesario que las donaciones a la Ciencia tengan una recompensa fiscal, ha afirmado el investigador.
Al margen de la procedencia de los fondos, Esteller ha destacado que la investigación en cáncer ha dado un vuelco en las últimas décadas, porque en 1945 superaban un tumor el 5% de los pacientes y en la actualidad lo hacen un 65% y esto “no es debido al azar, sino a una investigación profunda y multidisciplinar”. En cualquier caso, algunas investigaciones en tumores están mucho más avanzadas que otras, de forma que es necesario invertir más en los estudios sobre cáncer de páncreas o de pulmón, entre otros, mientras que el de mama o el de colon presentan cada vez mejores perspectivas.
La Epigenética, que es su especialidad, se basa en el estudio de los cambios heredables en la función génica que se producen sin un cambio en la secuencia de bases del ADN. Este campo ha aportado mucho a la investigación del cáncer, ha explicado, en particular en el hallazgo de biomarcadores y en el desarrollo de fármacos. En cuanto al primer punto, localizar biomarcadores significa que cuando un determinado gen está alterado, los médicos pueden dar un pronóstico más exacto de cómo será la evolución de la enfermedad y de las necesidades terapéuticas del paciente, de forma que le pueden administrar “quimioterapia a la carta”. Por otro lado, los fármacos basados en el estudio de la Epigenética están logrando cambiar la programación de las células tumorales, es decir, que son capaces de reprogramarlas para que se vuelvan a comportar como células normales, de manera que el tumor no avanza. Esto último ya se ha logrado en cánceres hematológicos como los linfomas o las leucemias, pero en los próximos años se podrá conseguir en tumores sólidos como el de pulmón, según ha vaticinado Esteller.
Precisamente, el científico del Idibell ha desarrollado un gran trabajo en estos campos. Por citar algunos ejemplos, recientemente ha descubierto un marcador epigenético en cáncer de mama que predice la respuesta ante un nuevo fármaco y en 2005 causó un gran impacto la publicación por su parte del primer estudio en población de gemelos monocigóticos que demostraba que las modificaciones epigenéticas se hacen más divergentes en estas parejas a medida que envejecen, de manera que cuestiones como el estilo de vida influyen en la aparición de enfermedades distintas en personas que comparten los mismos genes. Por estas y otras muchas investigaciones, Manel Esteller es el primer ganador de un premio que pretende reconocer la trayectoria científica en investigación oncológica jóvenes investigadores españoles.
Imagen de marca
Por eso, Esteller habló también de la situación de los jóvenes investigadores en España, que ante la crisis se encuentran con un futuro preocupante. “Han de estudiar y especializarse más”, afirma, porque en su opinión los que están altamente cualificados seguirán entrando en el sistema. Además, deben “abrirse al mundo exterior”, porque a pesar de que se habla de “exilio científico”, el hecho de que los españoles triunfen en los centros de investigación de otros países supone una gran “imagen de marca de la buena educación que se imparte aquí”.
El Centro de Investigación del Cáncer (CIC), institución de la Universidad de Salamanca y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha convocado el premio a través de la Fundación de Investigación del Cáncer de la Universidad de la Salamanca (Ficus). Su director, Eugenio Santos, ha destacado que Manel Esteller es una “figura mundial de la Oncología” y que su nombre ya es “sinónimo de la Epigenética en cáncer”. Además, subrayó su capacidad investigadora para hacer un recorrido que va desde la investigación básica a la aplicada, con el desarrollo de fármacos. Sus más de 300 trabajos científicos tienen más de 20.000 citas en la literatura científica mundial, una cifra que da idea de la importancia de este científico, que también es miembro del comité asesor de los premios Nobel.
El general Juan Manuel Montero Vázquez, inspector General de Sanidad de la Defensa y compañero de los doctores Diz Pintado, destacó la figura de los médicos que le dan nombre a este galardón. En su opinión, la sanidad militar debe estar conectada con la sociedad civil y, en este sentido, tanto Manuel Diz Pintado como Alfonso Diz Pintado fueron adelantados a su tiempo”, al destacar en diversos aspectos de la docencia, la investigación y la innovación en el terreno médico. El premio, que a partir de ahora tendrá una periodicidad anual, es una iniciativa de su hermana, Esperanza Diz Pintado.
Ceremonia
Por otra parte, el acto de entrega de este premio se enmarca en la ceremonia por la que la Universidad de Salamanca y la Universidad Pontificia de Salamanca han celebrado esta mañana con motivo de la celebración de la festividad de Santo Tomás de Aquino, patrón de las universidades. Además del premio concedido a Manel Esteller, que constituye una novedad, también se han entregado los galardones María de Maeztu, los que conceden las fundaciones de la Universidad de Salamanca, el de la Fundación Grünenthal y la Cátedra FIIPERVA. Además, se ha llevado a cabo la investidura de los nuevos doctores y la profesora de Ingeniería Química Eva Martín del Valle ha pronunciado una conferencia titulada ‘Santo Tomás de Aquino: ¿Del reduccionismo al holismo en la ciencia actual?’.
FOTO: De izquierda a derecha, la vicerrectora de Investigación de la USAL, María Ángeles Serrano; Manel Esteller; y el general Juan Manuel Montero Vázquez.