Investigadores del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA)-organismo autónomo adscrito a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias-, en colaboración con la Universidad de La Laguna (ULL) y el Cabildo de Tenerife han conseguido obtener un método que, aplicado en almacén, logra la mortalidad en un 96% de la Polilla Guatemalteca (Tecia solanivora), organismo de cuarentena que afecta a la papa de las Islas desde hace más de una década.
Los estudios desarrollados desde 2005 con diferentes tratamientos fitosanitarios- de microondas, por frío o calor, y atmósfera controlada con dióxido de carbono- han permitido determinar que éste último sistema es el más eficaz en la lucha contra este insecto y el que menos afecta a la calidad de la papa.
Tras los resultados alcanzados se pretende, en el marco de un nuevo proyecto de investigación concedido por el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA), introducir una serie de mejoras para lograr elevar el porcentaje de mortalidad de este organismo a los niveles que exige la actual legislación y establecer dicho sistema como cuarentenario, asegurando así que los tubérculos quedan libres de este insecto y permitiendo que puedan ser objeto de exportación.
Para que un tratamiento sea considerado de cuarentena, éste ha de provocar una mortalidad del insecto del 99,9968% en cualquiera de sus estadíos y ha de cumplir una serie de requisitos tales como no tener efectos perjudiciales en la calidad, almacenamiento o composición del producto tratado; no dejar residuo alguno que pueda resultar peligroso para el consumidor; no ser peligroso para el personal que lo aplique; y ha de ser viable en términos de aplicabilidad y coste.
La consideración de la Tecia como organismo de cuarentena implica en Canarias la inmovilización de sus producciones de papa, de manera que se prohíbe su envío entre islas y su salida al exterior, tanto al territorio nacional como internacional.
La aplicación de esa medida cercena radicalmente los programas que se han establecido para la expansión del cultivo con variedades antiguas, que han despertado gran interés en los mercados y constituyen un sector en el que se viene trabajando con numerosos proyectos y con constancia desde hace años tanto desde la Administración como por parte del sector productor, contando desde enero del pasado año con la respuesta favorable para la inscripción en el Registro Comunitario de la Denominación de Origen Protegida Papas Antiguas de Canarias.
El próximo lunes, 30 de enero, se darán a conocer los resultados de este proyecto de investigación en una jornada organizada por el Ayuntamiento de San Juan de La Rambla en colaboración con la Confederación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (COAG), que tendrá lugar en la Casa Amarilla del municipio tinerfeño.
El objetivo de este encuentro es buscar la colaboración de las empresas del sector para culminar con estos trabajos de investigación dirigidos a disponer de un método eficaz que garantice que las papas canarias puedan salir al exterior, revitalizando así la actividad agraria de este subsector.
Participarán en la presentación, la investigadora del ICIA Gloria Lobo, el agente de Extensión Agraria del Servicio de Agricultura y Desarrollo Rural del Cabildo de Tenerife, Santiago Perera, y el jefe de servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, Antonio González.
Origen de la Tecia
Los primeros datos que se registran en cuanto a la expansión de la Polilla Guatemalteca de la Papa, originaria de América Central, son de 1956, y pronto se constata su rápida difusión por las principales zonas de cultivo en esa área geográfica. Su llegada a Canarias se produce en junio de 1999 - se cree que fue ilegalmente introducida con papas procedentes de Venezuela, Colombia o Ecuador-, ocasionando de inmediato su propagación y con ello el descenso tanto en superficie de cultivo como en producción.
El problema ocasionado obligó el establecimiento de medidas fitosanitarias específicas orientadas a su erradicación y control. Desde marzo de 1987 está considerada organismo de cuarentena por parte del Ministerio de Agricultura, lo que implica el establecimiento de las medidas de control más severas.
Se establece por ello en Canarias las normas fitosanitarias relativas a la importación, exportación y tránsito de vegetales y productos vegetales. En el ámbito de la Unión Europea, y mediante directiva del Consejo se fijan asimismo medidas de protección contra la introducción, considerándolo organismo nocivo, con la expresa prohibición de introducción en todos los estados miembros, por el riesgo que comporta para el cultivo.
En la actualidad se encuentra presente en el Norte de Tenerife, La Gomera, Gran Canaria, La Palma y Lanzarote. Según datos del Servicio de Estadística de la Consejería de Agricultura, Ganadería Pesca y Aguas la superficie del cultivo de papas en el Archipiélago se ha reducido casi al 60%, pasando de las 6.000 hectáreas cultivadas en 2000 a 3.858 de 2010.