Por MSF.- Los detenidos en la ciudad libia de Misrata están siendo sometidos a torturas y privados de atención médica urgente, lo que ha llevado a la organización médico-humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) a suspender sus actividades en los centros de detención de dicha localidad.
Los equipos de MSF empezaron a trabajar en los centros de detención de Misrata en agosto de 2011 para atender a detenidos heridos de guerra. Desde entonces, los médicos de la organización han visto a cada vez más pacientes con heridas causadas por torturas durante interrogatorios realizados fuera de los centros de detención. En total, MSF ha tratado a 115 personas con heridas asociadas a torturas, reportando todos los casos a las autoridades pertinentes en Misrata. Desde principios de enero, los equipos han vuelto a ver a varios de sus pacientes con signos de tortura, tras haber sido enviados de nuevo a otros centros para ser interrogados.
“Algunos funcionarios de prisiones han intentado abusar del trabajo médico de MSF”, declara el director general de MSF en Bruselas, Christopher Stokes. “Nos traían a los pacientes a mitad de los interrogatorios para que les diéramos atención médica y se recuperaran para poder seguir interrogándoles. Esto es inaceptable. Nuestro papel es atender a los detenidos heridos de guerra o enfermos, no tratar repetidamente a los mismos pacientes entre sesiones de tortura”.
Los equipos médicos de MSF también recibieron la petición de asistir a pacientes dentro de los centros de interrogatorio, a lo que la organización se negó categóricamente.
El caso más alarmante sucedió el 3 de enero, cuando los médicos de MSF trataron a un grupo de 14 detenidos a su regreso de un centro de interrogatorio situado fuera de las instalaciones de detención. A pesar de las peticiones anteriores por parte de la organización de poner fin a las torturas, nueve de los 14 detenidos presentaban numerosas heridas y mostraban signos evidentes de haber sido torturados.
El equipo de MSF informó al Servicio de Seguridad del Ejército Nacional, la agencia responsable de los interrogatorios, que algunos pacientes necesitaban ser transferidos a hospitales para atención urgente y especializada. Todos menos uno de los detenidos se vieron de nuevo privados de atención médica esencial y fueron sometidos a nuevos interrogatorios y torturas fuera de los centros de detención.
Suspensión de actividades
Tras reunirse con las autoridades, MSF envió una carta oficial el 9 de enero al Consejo Militar de Misrata, al Comité de Seguridad de Misrata, al Servicio de Seguridad del Ejército Nacional y al Consejo Civil local de Misrata, exigiendo el cese inmediato de cualquier forma de maltrato a los detenidos.
“No se ha emprendido ninguna acción concreta”, afirma Stokes. “En su lugar, nuestro equipo recibió cuatro nuevos casos de tortura. Por lo tanto, hemos tomado la decisión de suspender nuestras actividades médicas en los centros de detención de Misrata”.
MSF trabaja en Misrata desde abril de 2011, en pleno conflicto libio. En agosto la organización empezó a trabajar en centros de detención de la ciudad, tratando a heridos de guerra, realizando intervenciones quirúrgicas y haciendo seguimiento de casos de fracturas óseas. Desde entonces, los equipos médicos de MSF han realizado 2.600 consultas, 311 de las cuales, por casos de traumatismos violentos.
MSF seguirá con sus actividades de apoyo de salud mental en escuelas y estructuras de salud en Misrata, así como con su asistencia a 3.000 migrantes africanos, refugiados y desplazados internos en Trípoli y sus alrededores.
FOTO: MSF- Prisión de Misrata, octubre 2012 © Benoit Finck
MSF es una organización médico-humanitaria internacional que trabaja en Libia desde el 15 de febrero de 2011. Para asegurar la independencia de su labor médica, MSF depende únicamente de donaciones privadas para financiar sus actividades en Libia y no acepta financiación alguna de gobiernos, agencias financiadoras ni grupos políticos o militares.