Miembros de la red acompañaban al convoy para dar seguridad en las operaciones y evitar posibles robos o impagos
También distribuían una parte de la droga en Ibiza, donde invertían en propiedades y tenían previsto establecer negocios relacionados con el turismo de alto standing
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización de narcotraficantes que enviaba cocaína al Reino Unido en camiones de gran tonelaje. La droga era ocultada en dobles fondos de los vehículos, que eran conducidos hasta Inglaterra por transportistas "subcontratados" por la organización. Miembros de la red acompañaban al convoy para dar seguridad en las operaciones y evitar posibles robos o impagos. También distribuían una parte de la droga en Ibiza, donde invertían en propiedades y tenían previsto establecer negocios relacionados con el turismo de alto standing. Hay diez detenidos y se han intervenido 65.000 £ y 71.500 €, 35 kilos de cocaína y cuatro armas de fuego.
El líder de la organización, aunque no trabajaba, mantenía un tren de vida muy elevado, conducía vehículos de alta gama y tenía diversos pisos alquilados por toda la geografía española. Al mismo tiempo, se encargaba de preparar dobles fondos en camiones de gran tonelaje, al objeto de trasladar cocaína al Reino Unido bajo la cobertura del transporte de mercancías legales y de suministrar estupefacientes a clientes fijos asentados en Barcelona e Ibiza.
Pirámide criminal
La organización se dibujaba en una clara estructura jerárquica y con reparto muy concreto de funciones. En la cúspide de la pirámide se encuentra la persona citada, encargada de contactar con diversas organizaciones para conseguir la sustancia estupefaciente, dado que carecía de abastecedor fijo. Como cooperador imprescindible contaba con un hombre dedicado a controlar el transporte de la droga, su almacenamiento en un piso de seguridad, el diseño de los dobles fondos (tanto en turismos como en camiones), así como a procurar vehículos a la organización.
En el siguiente escalón figuraba el encargado de reclutar a los transportistas que trasladarían la cocaína hasta Inglaterra y de la venta de parte de la sustancia estupefaciente en Barcelona, desde un piso sito en la localidad de Sant Just Desvern. En este nivel también se encontraba la persona encargada de dar seguridad en las operaciones, a fin de evitar posibles robos o impagos, y que se trasladaba a Inglaterra con tales propósitos.
Negocio de telefonía colaborador
La organización hacía uso de un importante número de teléfonos móviles, para lo que se apoyaba en el propietario de un negocio de telefonía sito en la ciudad de Barcelona. Esta persona desarrollaba una labor logística para proveer a los narcos de teléfonos móviles y SmartPhones.
Los investigadores localizaron la nave donde se preparaban los envíos y descubrieron que habían logrado camuflar 32 kilos de cocaína en el doble fondo de un camión que partiría con destino Londres. El operativo final ha culminado con la detención de 10 personas y la incautación de la droga oculta en el camión. Además, se han intervenido 65.000 £ y 71.500 €, 35 kilos de cocaína y cuatro armas de fuego: dos pistolas, un revólver y una escopeta.
Entre los truncados planes de los narcos se encontraba participar en inversiones en propiedades y negocios relacionados con el turismo de alto standing en Ibiza, al que pretendían dar un servicio "global" en torno a las discotecas de moda.