JUBA, Sudán del Sur, (ACNUR/UNHCR) - La Agencia de la ONU para los Refugiados condena un ataque aéreo perpetrado a comienzos de esta semana que ha dejado al menos un niño refugiado sudanés herido y a otros 14 refugiados en paradero desconocido en Sudán del Sur. "El bombardeo de áreas donde se encuentra la población civil hay que condenarlo en los términos más rotundos” dijo Mireille Girard, la Representante de ACNUR en Sudán del Sur, en relación con el ataque del lunes a la zona de Elfoj, en el estado sursudanés de Alto Nilo.

Se produjeron dos ataques. En el primero, se lanzaron varias bombas sobre el centro de tránsito de refugiados, ubicado a menos de 10 kilómetros de la frontera con Sudán. En ese momento, unos 5.000 refugiados se encontraban en ese centro desde donde se realiza a diario el traslado hasta los nuevos asentamientos.

Los equipos de ACNUR y la OIM con 14 camiones se encontraban supervisando las operaciones de reubicación cuando se inició la primera oleada de bombardeos. Los refugiados saltaron de los camiones y se dispersaron. También el personal humanitario tuvo que ponerse a buen recaudo.

Tras el bombardeo, las agencias movilizaron rápidamente a los refugiados en los camiones y el convoy salió hacia un lugar más seguro a unos 70 kilómetros de la frontera, con 1.140 personas. Con estos refugiados, el número total de los que han sido trasladados desde Elfoj desde el comienzo de la operación de reubicación el pasado 6 de enero, asciende a 11.500, mientras que unos 4.000 refugiados más lo han hecho de forma espontánea.

Girard dijo que el ataque es una muestra más de las múltiples vicisitudes a las que se enfrentan los refugiados durante la huida. "Estamos en una carrera contrarreloj para trasladar a los refugiados desde las zonas inseguras de la frontera hacia otros lugares donde ponerlos a salvo, antes de que la estación de lluvias comience y las carreteras se queden intransitables” añadió la Representante de ACNUR.

Se han producido con anterioridad otros ataques contra los refugiados sudaneses en las zonas fronterizas. El pasado mes de noviembre, New Gufa – un punto de entrada para los refugiados que llegan desde el condado de Maban, en el estado de Alto Nilo– fue bombardeado durante varios días. El asentamiento de refugiados de Yida, en el estado de Unity, próximo a la frontera con el estado sudanés de Kordofán del Sur, fue también objetivo de ataques aéreos.

Más de 20.000 refugiados se han trasladado, espontáneamente o con asistencia de la comunidad internacional, desde las zonas fronterizas hacia nuevos asentamientos en los estados de Alto Nilo y Unity. La semana pasada, ACNUR y sus contrapartes comenzaron a reubicar refugiados sudaneses desde Yida.

En total, más de 78.000 personas han huido de los estados sudaneses de Kordofán del Sur y Nilo Azul desde agosto del año pasado, de los cuales, más de 54.000 se encuentran actualmente en el estado sursudanés de Alto Nilo y 24.000 en el de Unity.

UN Photo/Eskinder Debebe