Ciudad de México.- En una velada que terminó siendo un homenaje a su vida y trayectoria, el doctor Felipe Román López presentó su libro “55 poemas y un corazón” en la Casa Guerrerense de la Ciudad de México.


El doctor Felipe Román López en la presentación de su libro "55 poemas y un corazón" en la Casa Guerrerense de la Ciudad de México
La presentación corrió a cargo de José Silvestre Blas Jaimes, presidente del Círculo Social y Cultural Teloloapense, quien afirmó que “55 poemas y un corazón” es una muestra de la sensibilidad del doctor Román, quien tomó como inspiración a doña Celia, quien fuera su esposa por 55 años.

“El doctor Felipe Román es poeta de corazón, alma, sensibilidad, con poesías inundadas de colores, matizadas de tristeza y alegría, con entusiasmo por el amor y la vida”

En esta velada, Oralia Martínez declamó el poema “Mi musa”, Adriana Lebrija recitó “Soledad” y Carlos Román, hijo del autor, hizo lo mismo con el poema “Mi padre”, el cual el doctor Román escribió inspirado en el suyo.

El doctor Felipe Román López, durante la presentación de su libro, narró una breve semblanza de su vida desde su nacimiento en Teloloapan Guerrero en 1927; ahí mismo explicó el origen de su gusto por la poesía, que data desde su juventud.

“Empecé a escribir en 1943 y 1944; tuve un maestro de literatura que era un poeta formidable, nos hizo amar la poesía y nos compensaba publicando en una revista de la escuela las poesías que él consideraba eran las mejores”

Durante este homenaje, Iván Guerrero Román, Lucía Delgado y Alain Carlos Román interpretaron la pieza musical “Payasito” y Adriana Lebrija cantó una pieza en diversos dialectos indígenas.

Por su parte, la titular de la Casa Guerrerense en la Ciudad de México, Fernanda Anaya Gómez Maganda, le agradeció al doctor Román el que pudiera transmitir a la audiencia su nostalgia, tristeza y alegría de sus recuerdos que evocan a su esposa, su familia y sus vivencias.

“Don Felipe nos abre su mundo, sus versos nos hablan de su universo, a veces alegre, a veces nostálgico, amoroso, optimista y esperanzador, pero siempre muy humano, por eso toca las fibras más íntimas de quien lo lee”.