JPA/DICYT El Instituto de Biología Funcional y Genómica (IBFG) aprovechará el inminente traslado a su nueva sede y las mejoras de espacios y equipamiento que esto supondrá para incorporar tres nuevos grupos de investigación que enriquecerán las líneas de trabajo de este centro mixto que comparten el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Salamanca.
"A lo largo de los últimos meses hemos conseguido que tres nuevos grupos de investigación se incorporen a la nueva sede", explica el director del IBFG en declaraciones a DiCYT. Uno de los grupos procede del Centro Nacional de Biotecnología, una prestigiosa institución que también pertenece al CSIC, es el equipo de José Pérez Martín, que trabaja "en un entorno de hongos y levaduras muy parecido al nuestro". Este científico "siempre intentó venir" y finalmente lo ha conseguido gracias a que el centro salmantino tiene ahora sede propia.
Otra de las buenas noticias para el Instituto es el regreso de Sergio Moreno, que se había integrado provisionalmente en la plantilla del Centro de Investigación del Cáncer (CIC), pero que anteriormente perteneció al Instituto de Microbiología Bioquímica, antiguo nombre del IBFG. Sergio Moreno centra sus investigaciones en el estudio del crecimiento, la división y la diferenciación celular.
Finalmente, la tercera novedad será el equipo de un científico con un contrato del Programa Ramón y Cajal, Rodrigo Bermejo, que en la nueva sede del IBFG podrá formar su propio laboratorio. "Es especial porque tiene una dilatada trayectoria científica en Milán trabajando en levaduras en ciclo celular. En 2010 sacó el número uno en la convocatoria Ramón y Cajal en el área de Biología Fundamental y llegará con varios proyectos en marcha. Además, está intentando obtener una beca ERC Starting Grants, otorgadas por el European Research Council (Consejo Europeo de Investigación) a científicos con proyectos muy importantes que se encuentran en el inicio de su carrera y que cuentan con una extraordinaria financiación dada su importancia.
Aún hay sitio para más
Ángel Durán explica que, además de estas importantes incorporaciones, entra dentro de las posibilidades la llegada de dos o tres grupos de investigación más. "Lo ideal es incorporar grupos preestablecidos y consolidados, con cierto potencial ya en desarrollo. En general, a la Ciencia española se la está criticando porque con razón porque se está atomizando, en el sentido de que algunos grupos sólo están formados por un investigador y un becario, pero desgraciadamente cada vez es más difícil ser capaces de crear equipos mayores, pero se debería intentar conseguir, porque es necesario para pedir proyectos", comenta el director del IBFG. "Se tiende a que haya grupos grandes y eso es lo que pretendemos nosotros también para nuestro Instituto", aunque reconoce que el hecho de estar lejos de las grandes capitales dificulta la tarea.
En la actualidad, el Instituto de Biología Funcional y Genómica está integrado por 18 grupos de investigación a los que ahora se sumarán tres nuevos. Todos ellos se distribuyen en alguna de las tres líneas de investigación principales: Morfogénesis de Microorganismos Eucariotas; Dinámica y Regulación del Genoma; y, finalmente, Biotecnología Molecular y Biotecnología de Microorganismos.
En las próximas semanas se completará el traslado al nuevo edificio, que lleva varios meses construido, pero que estaba pendiente de completar su equipamiento y la instalación de la red de datos. Aunque este instituto se creó en la década de 1970, nunca hasta ahora había tenido sede propia, lo cual ha dificultado sus posibilidades de crecimiento. A pesar de todo, está compuesto por más de un centenar de trabajadores entre científicos y técnicos.
FOTO: Ángel Durán, director del IMB.