Los de Alfredo Riera fueron muy superiores e impusieron su ritmo de principio a fin 

El Oviedo Baloncesto se impuso en tierras canarias al Tenerife (73-98). Desde el principio los ovetenses salieron concentrados y muy metido en el partido.

Los de Alfredo Riera acudieron a Tenerife con el ánimo de las últimas victorias y pensando en dar un golpe sobre la mesa. El Tenerife llegó en la primera jornada de Liga a Pumarín como recién ascendido y se llevó el primer triunfo, sembrando muchas dudas en los carbayones. Ayer, los de Pumarín fueron capaces de sacarse la espina de aquella derrota y dejar claro que pueden aspirar a más que mantenerse en Plata. 

Los azules mandaron de principio a fin, no dejaron ni un resquicio a las dudas y en el primer cuarto se llevaron una ventaja de 15 puntos, aunque las habituales pájaras del conjunto de Pumarín nunca permiten la relajación.

En el segundo cuarto, los tinerfeños sacaron ventaja de la entrada en pista de Guigou, el jugador que marca la diferencia en el club canario, recortando la diferencia al descanso a diez puntos.

Sin embargo, era un buen día para los de Riera, con un Héctor Macía que siguió mostrando un estado extraordinario esta temporada, bien secundado por LeDuc y Ortega en la anotación. Un parcial de 10-0 significó el despegue definitivo de los carbayones, que mediado el tercer cuarto tenían una ventaja de 20 puntos (48-68), que mantuvieron para afrontar el último periodo.

La ventaja se fue ampliando en la recta final y el Oviedo se puso, a falta de cinco minutos para finalizar el encuentro, con 28 puntos de ventaja (60-88), permitiendo al equipo asturiano un final de partido tranquilo y poder saborear una victoria que endulzase el largo viaje realizado. Los 25 puntos conseguidos al final de ventaja suponen un espaldarazo importante para afrontar el parón de otra forma, preparando con tranquilidad el retorno a las pistas en febrero.

Hubo tiempo también para ver en acción al último fichaje, Steev D’Agostino, que dejó muy buenas sensaciones.