Por Luis Javier del Valle.- El martes, 17 de enero de 2012, se ha celebrado en La Foz de Morcín, coincidiendo con la celebración de San Antón el III Concurso Regional de Casadielles, en el que he participado como Jurado del mismo.
Al igual que el año anterior, en su II edición, el infatigable amigo Pepe Sariego, me llama para invitarme a participar como miembro del Jurado del III Concurso Regional de Casadielles. Su organización corre a cargo de la Hermandad de la Probe, y está incluido dentro del programa de actos de la celebración de San Antón, patrono de La Foz de Morcín.
El Concurso este año se ha denominado Regional, en vez de Provincial como en su I y II edición, aunque personalmente entiendo que debe denominarse “Concurso de casadielles del Principado de Asturias”. Es el único que se celebra en nuestra Comunidad, como tal esta registrado y a él acuden concursantes de diferentes puntos del mismo.
A las doce de la mañana, coincidiendo con la procesión del San Anton y la Misa solemne, nos vamos reuniendo en el salón multiusos municipal de la localidad los siete miembros que componemos el jurado, para evaluar las catorce elaboraciones presentadas por otros tantos participantes, procedentes de diferentes puntos del Principado y que ya nos esperan perfectamente numeradas. En esta edición se presentaron 6 concursantes del municipio de Morcín -3 de La Foz, 1 de Otura, 1 de Lapuente y 1 de Argame- 3 de Villaviciosa, 3 de Oviedo, 1 de Mieres y 1 de Gijón.
El Jurado coordinado por el Gremio de Artesanos Confiteros de Asturias, esta formado por Carlos García Fernández – confitería Santa Cristina de Oviedo-, Ataulfo Valdés Costales –confitería Asturias de Oviedo y Lugones- Lluis Nel Estrada –director gastronómico de Tierra Astur y Crivencar-, Ismael Fernández Ramírez –Lisfersa- , Carlos Cuesta –presidente de ASPET- y el que suscribe. Ejerce de presidente Carlos Cuesta y de secretario, con voz y sin voto, Manuel Antonio Menéndez Martínez, presidente del Gremio de Artesanos Confiteros de Asturias.
De izquierda a derecha: Ismael, Javier, Manuel, Ataulfo, Carlos Garcia, Lluis Nel y Carlos Cuesta.
Los miembros del Gremio, nos reparten las hojas para realizar las puntuaciones, que deben de estar compuestas de dos partes. Por un lado la presentación se puntuara de 0 a 5 puntos, y por otro su sabor y componentes de 0 a 10 puntos, lo que da un máximo de 15 puntos posibles para cada participante.
Con estas premisas, realizamos la degustación de las catorce elaboraciones presentadas, siguiendo por mí parte las premisas, que considero, debe reunir una casadiella. Están son:
? No debe de ser excesivamente grande, se debe de poder comer de tres bocados.
? Debe de tener una buena presentación, debe de apetecer su ingesta.
? La pasta debe de ser fina, y su fritura u horneado el correcto.
? El relleno que más me gusta es el mixto de nuez y avellana, con mayor porcentaje del primero, debe de estar bien triturado y no le puede faltar la alegría del toque de anís, pero no de otro licor.
? Debe de estar lo justo espolvoreadas de azúcar, no hay que cubrirla entera ni mucho menos.
? Que en el paso de boca todo este conjuntado es lo ideal para una buena degustación de la misma.
Elaboraciones variadas y diferentes entre sí. Unas con el relleno solo de nuez, otras mixto de nuez y avellana; unas con anís, otras sin él; unas con azúcar glasé espolvoreado, otras sin él o con el normal; doce de pasta y dos de hojaldre; unas fritas, otras al horno. La gran riqueza culinaria con sus múltiples variantes se dio cita en el Concurso, con un muy alto nivel a entender del jurado, que valoro muy positivamente las elaboraciones presentadas y entendió, que aunque haya bajado el número de participantes, ya que en la edición anterior fueron 26 los concursantes, el nivel culinario de los mismos ha sido superior.
Una vez realizada la degustación, análisis y valoración de cada presentación, y dada la hoja con las puntuaciones dadas de manera secreta por cada miembro del jurado, a los representantes del Gremio de Confiteros y de la Hermandad de la Probe para su suma y obtención de la clasificación final, nos desplazamos a la iglesia parroquial, en dónde tendría lugar la entrega de premios del Concurso, que se realiza después de la tradicional subasta del ramu y productos del campo astur.
Carlos Cuesta, presidente de ASPET (Asociación asturiana de escritores y periodistas de turismo) ejerció de presidente del jurado, y dio lectura al acta del mismo, animando a los participantes a repetir en la próxima edición y otros a sumarse a la misma. Al igual que la edición anterior, ajustadas puntuaciones, en las que un punto arriba o abajo, decidió puestos en la clasificación final. El jurado otorga tres premios, y estos han sido:
El tercer y medalla de bronce fue para Lola Martínez Fernández, de Gijón, con 62 puntos, y que participaba con el número 12.
El segundo puesto y medalla de plata para María Fernández López, del restaurante El Fartuquin, de Oviedo, participante número 4, con 64 puntos.
Y Yolanda Toyos Hevia, de Supermercados Manolo, de Villaviciosa, y que participaba con el número 13, fue la ganadora del Concurso y medalla de oro con 65 puntos.
Un nuevo éxito que se apunta la Hermandad de la Probe con la organización de esta III edición, que pone en valor uno de los postres por excelencia del Principado de Asturias, y presente como tal en una buena parte de las fiestas gastronómicas que celebramos a lo largo y ancho del mismo.
De cara a nuevas ediciones del mismo, me atrevo a sugerir algunas ideas para su enriquecimiento. La primera sería realizar una presentación previa a los medios de comunicación, con suficiente antelación, para una mayor difusión y conocimientos del mismo; la segunda realizar una diferenciación de categorías entre presentaciones realizadas por profesionales con establecimiento abierto al público y no profesionales y la tercera, y dado que forma parte de los actos festivos en torno al patrón de la localidad, premiar a la mejor elaboración de la localidad.
2 comentarios
# CARLOS ALVAREZ Responder
21/01/2012 16:45YES MUNDIAL
# Lobo Feroz Responder
23/01/2012 11:55Un certamen muy interesante y cargado de valor gastronómico. El lobo feroz que vive en Santa Clara.