El presidente de El Salvador pide perdón por la masacre de El Mozote

El presidente de El Salvador pide perdón por la masacre de El Mozote

El Presidente de El Salvador, Mauricio
Funes, en nombre del Estado salvadoreño, pidió perdón hoy por la
masacre de El Mozote y otros caseríos aledaños, perpetrada por el
Ejército en diciembre de 1981, y anunció la inmediata puesta en marcha
de medidas de reparación para los familiares de las víctimas.

 

El jefe de Estado expresó ante cientos de familiares de las víctimas
que en El Mozote “se cometieron un sinnúmero de actos de barbarie y
violaciones a los derechos humanos: se torturó y ejecutó a inocentes;
mujeres y niñas sufrieron abusos sexuales y cientos de salvadoreños y
salvadoreñas hoy forman parte de una larga lista de desaparecidos,
mientras otros y otras debieron emigrar y perderlo todo para salvar
sus vidas”.

“Por esa masacre, por las aberrantes violaciones de los derechos
humanos y por los abusos perpetrados, en nombre del Estado salvadoreño
pido perdón a las familias de las víctimas y a las comunidades
vecinas”, dijo el Presidente Funes.

Pidió perdón “a las madres, padres, hijos, hijas, hermanos, hermanas
que no saben hasta el día de hoy el paradero de sus seres queridos” y
“al pueblo salvadoreño que fue víctima de este tipo de violencia atroz
einaceptable”.


La masacre de El Mozote es el nombre con el que se conoce una serie de
exterminios masivos perpetrados por soldados salvadoreños,
principalmente del extinto Batallón Atlacatl, durante los días 10, 11,
12 y 13 de diciembre de 1981.

El acto de petición de perdón del Presidente Mauricio Funes se realizó
a un costado del Monumento a las Víctimas de El Mozote y también a
pocos metros del Jardín de Niños, sitios donde el mandatario junto a
la Primera Dama y Secretaría de Inclusión Social, Vanda Pignato,
colocaron ofrendas florales por la memoria de quienes murieron
atrozmente durante este hecho.

 

El Presidente Funes dijo que en este lugar “se perpetró la más grande
masacre contra civiles de la historia contemporánea latinoamericana.

Aquí se exterminó a casi un millar de salvadoreñas y salvadoreños, la
mitad de ellos niños menores de 18 años”.
“Aquí se cometió el peor de los  pecados, del que hasta hoy –como
Estado, como sociedad- no nos habíamos arrepentido”, enfatizó el
mandatario.

Continuó diciendo que el Gobierno central celebró en El Mozote el XX
aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz “para poder expresar
–en acto y en palabra- que el reconocimiento de los hechos es el
comienzo de la justicia, así como la justicia es el comienzo de la
paz”.

“Como Jefe del Estado, reconozco que en los cantones El Mozote, El
Pinalito, Ranchería, Los Toriles, Jocote Amarillo, Cerro Pando, La
Joya y Cerro Ortiz, los días y las noches del 11, 12 y 13 de diciembre
de 1981, tropas del Batallón de Infantería de Reacción Inmediata
Atlacatl, de la Fuerza Armada de El Salvador, asesinaron a cerca de un
millar de personas, la mayoría niñas y niños”, enfatizó el gobernante.

“A esta descripción de los hechos y al pedido de perdón, quiero
agregar que ha habido responsabilidades específicas que deben citarse,
de acuerdo con lo expresado por el informe de la Comisión de la
Verdad”.

 

“De él surgen responsabilidades: el Teniente Coronel Domingo
Monterrosa, comandante de aquél Batallón; su segundo al mando, el
Mayor José Armando Azmitia Melara; el Jefe operativo, el entonces
Mayor Natividad de Jesús Cáceres Cabrera, y otros, mencionados por la
Comisión de la Verdad”, dijo el Presidente Funes.

Informó que ha instruido “a la Fuerza Armada la revisión de su
interpretación de la historia a la luz de este reconocimiento
histórico que hoy formulo, en nombre del Estado salvadoreño y como
Comandante General de la Fuerza Armada”.

“Esa revisión debe reflejarse en los textos y símbolos con que se
forman los cuadros militares a los efectos de un doble objetivo:
primero, fortalecer el rol profesional, despolitizado y
desideologizado de la Fuerza Armada y su integración profunda en el
seno de la sociedad salvadoreña; segundo, aportar a la pacificación de
los espíritus, factor imprescindible para fortalecer la democracia, la
justicia y la paz social”.

 

“A 20 años de los Acuerdos de Paz estamos ante una institución militar
diferente, profesional, democrática, obediente al poder civil, no
podemos seguir enarbolando y presentando como héroes de la institución
y del país a jefes militares que estuvieron vinculados a graves
violaciones a los derechos humanos”, dijo el jefe de Estado.

Similar llamado hizo, en su condición de Presidente de la República, a
la dirigencia de los partidos políticos, “para que no exalten nombres
de personajes que pudieron haber estado vinculados a violaciones de
los derechos humanos ni acciones que hubieren provocado muerte y
sufrimiento y que, lejos de contribuir a la creación de una cultura de
paz, fomentan la polarización y la división de la sociedad
salvadoreña”.

“El Mozote nunca más”, expresó el mandatario en la parte final de su
discurso, haciendo suya la frase de esta comunidad de El Mozote, tan
golpeada por el conflicto armado que llenó de dolor a toda la nación
salvadoreña.


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