La Consejería de Agricultura y Agua, a través del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), ha desarrollado con éxito técnicas de cultivo in vitro de tejidos para la micropropagación de material vegetal, que permitirá disponer de plantas de alcachofa sanas y de calidad, más vigorosas y uniformes, de mayor producción y menor número de marras o fallos de plantación.
El director del IMIDA, Adrián Martínez, destacó que el departamento de Horticultura de este organismo "trabaja desde hace años en diferentes procesos para mejorar el cultivo de la alcachofa y somos pioneros en la aplicación de las técnicas de cultivo in vitro".
La Región de Murcia es la principal productora de alcachofa de España y una de las más importantes del mundo en superficie cultivada. En 2011 se cultivaron unas 9.000 hectáreas, de las que el 98 por ciento correspondió a la variedad Blanca de Tudela, con una producción media por hectárea de 18.000 kilos y una producción total superior a las 153.000 toneladas.
La competencia de países como Marruecos, Túnez, Egipto, Chile, Perú y China, entre otros, alentó la puesta en marcha de un proyecto de investigación para la mejora de la producción y comercialización de la alcachofa, tanto para consumo en fresco como para la industria.
El objetivo, según Adrián Martínez, es "introducir nuevos cultivares que nos permitan ir a los mercados internacionales con una mayor oferta varietal, así como nuevos procesos industriales orientados hacia el mercado europeo, donde se consume más del 80 por ciento de la alcachofa producida en todo el mundo".
El equipo de investigación en alcachofa del departamento de Horticultura del IMIDA, dirigido por el doctor José Antonio Martínez Serna, trabaja desde hace más de 15 años en las diferentes formas de propagación de esta hortaliza, tanto desde el punto de vista vegetativo, por medio de zuecas, óvolis y cultivo in vitro, como en la obtención y propagación por semillas, mediante cruzamientos florales entre diferentes cultivares de esta planta.
Según Martínez Serna, en ninguna otra parte de España se hace el cultivo in vitro de alcachofa, porque es una planta costosa y complicada. Añadió además que en el IMIDA se ha conseguido dar con la técnica adecuada para que dicho material no se contamine en la fase de propagación y multiplicación y se ha iniciado la fase de su enraizamiento con buenos resultados.
Con el cultivo in vitro se obtienen plantas libres de enfermedades, mucho más vigorosas, con mayor altura y más productivas. El director del proyecto destacó que otra de las ventajas es la reducción de costes en más de un 50 por ciento, ya que no es necesario pedir el material vegetal a otros países, que venden a precios elevados, envían una cantidad insuficiente o el material disponible no ofrece las debidas garantías en cuanto a su calidad y uniformidad.
Asimismo, apuntó que la planta cultivada in vitro, al tener que plantarse con cepellón, permite obtener una plantación más uniforme, sin fallos, con una producción más agrupada, mientras que si se propaga por zuecas puede haber más de un 20 por ciento de pérdidas.
Nuevas variedades
El IMIDA ha establecido ya un protocolo para el desarrollo de nuevas variedades de alcachofa adaptadas a la Región de Murcia, mediante el cultivo in vitro y por óvolis, otra nueva técnica de la biotecnología vegetal. El objetivo es introducir estas nuevas variedades en aquellos países europeos donde gozan de mayor aceptación, como Francia e Italia.
Este proceso requiere un plazo de unos tres años para disponer de una superficie mínima de 500 hectáreas cultivadas y el material vegetal necesario y de calidad que permita asegurar la continuidad en el suministro a los mercados europeos.
La Universidad de Murcia y empresas productoras de envases colaboran en este proyecto a través de la investigación de nuevos procesos industriales, como la producción en cuarta gama, así como nuevos materiales para envasar las alcachofas