A dos años del terremoto que azotó Haití, Mattarollo recordó en diálogo con Télam que la presencia de un representante especial de Unasur en ese país fue una iniciativa argentina "puesta generosamente” bajo la bandera de la unión internacional, y que el principal fin fue el de dar autonomía alimentaria de la población.

La secretaría especial cuenta con fondos por 16 millones de dólares que provienen del presupuesto argentino. También son argentinos la mayoría de los miembros del equipo que componen la secretaría y el asesoramiento del Ministerio de Agricultura.

Quien originó la idea fue el ex presidente Néstor Kirchner durante su paso por la presidencia de la Unasur. Mientras que fue Cristina Fernández de Kirchner quien le dio a Mattarollo la categoría de embajador, en agosto de 2010.

“El presupuesto no es muy significativo en términos cuantitativos (respecto del que manejan los países del Norte), sí es muy significativo el aporte que realizamos en términos cualitativos”, resaltó el embajador.

La cooperación de la Unasur y la Argentina con Haití es del tipo “Sur-Sur”. A diferencia de la cooperación internacional tradicional en la que los condicionamientos vuelven dependiente al país que recibe la ayuda, la cooperación sur-sur tiene como uno de sus ejes el de contribuir en la creación de soberanía por parte del país asistido.

“Es importante que Haití desarrolle su independencia. Hay que respetar su identidad y su autonomía”, señaló Mattarollo.

Experto conocedor de la realidad haitiana, el representante especial de Unasur en Haití sostuvo que es preciso responder en el corto plazo a los problemas generados por la insatisfacción de las necesidades básicas, la coordinación respecto de la ayuda internacional (“las potencias compiten en el envío de ayuda”) y la crisis sanitaria y habitacional".

Mattatollo destacó que "mientras, en el mediano plazo hay que apuntar a resolver los problemas políticos y la falta de equidad y la desigualdad social".

Con el objetivo de afirmar la transición democrática que comenzó en los 90´, Mattarollo impulsa “un acuerdo de gobernabilidad” al que define como la “Moncloa haitiana”, que incluya a los partidos políticos, las ONG, los haitianos de la diáspora (en particular los que viven en Canadá) y la Iglesia.

Dentro de ese entramado, “los países latinoamericanos no deben ser un mero proveedor de tropas, deben ser un garante político”, remarcó.

En cuanto al desarrollo de la autonomía alimentaria haitiana, Mattarollo destacó los alcances del programa PRO Huerta diseñado por el INTA.

El programa Pro Huerta que contribuyó a 12.500 huertas en las que hoy trabajan unas 100 mil personas. El rol de Argentina en el proyecto pasa por cooperar con el desarrollo, el monitoreo, la selección de técnicos y el seguimiento del programa.

Las huertas, en las que trabajan las comunidades, los estudiantes o las familias, son por lo general para autoconsumo.

Mattarollo aseguró que el próximo objetivo es que el programa abarque a 200 mil personas y que le propuso al presidente de Haití, Michel Martelly, usar el PRO Huerta como base para la creación de un “INTA haitiano” que apunte a generar independencia en la provisión de insumos.

Con ese objetivo, el Ministerio de Agricultura argentino ya presta asesoramiento y capacitación a agrónomos haitianos.

Además, Mattarollo señaló una serie de proyectos -algunos ya en ejecución- que contribuyen a la construcción de soberanía por parte de Haití, todos concertados con el gobierno local:

* La creación de un instituto haitiano de formación e investigación de derechos humanos, con la posibilidad de vincularlo con el Instituto del Mercosur que ya funciona en la ex ESMA. El proyecto fue presentado a la protectora del ciudadano haitiana Florence Elie.

* El programa de construcción de viviendas Un Techo para mi País que se desarrolla en conjunto con la organización no gubernamental chilena del mismo nombre.

* El programa de prevención de cólera y otras enfermedades transmisibles que ejecutan la organización Médicos del Mundo Argentina con apoyo de Unasur, entre otros.

* El apoyo al fortalecimiento institucional en materia judicial y de derecho mediante, entre otras cosas, la financiación de la terminación de los trabajos de redacción del Código Procesal Penal y el Código Penal.

La secretaría técnica de Unasur y Argentina participarán también de la colaboración con Haití para el desarrollo deportivo “no basado en la capacidad atlética sino en la contención de la juventud haitiana”, explicó Mattarollo.