El consejero de Medio Ambiente destaca que el cazador debe ser considerado como parte de la solución, no como un problema, y aclara que si estos se retiran y o si no hay relevo generacional, se produciría una proliferación de especies sin control, que causarían daños sumamente cuantiosos
Afirma que una de las grandes aportaciones de esta nueva ley es la constitución de un Fondo de Corresponsabilidad, que permitirá la participación de todos los agentes en el reparto de cargas y la dotación de fondos finalistas, así como lo reparto más justo de la responsabilidad patrimonial por los daños que causen las especies cinegéticas
Más de un 80% del territorio de la comunidad es cinegético, en la actualidad hay 440 tecores, con una superficie mínima de 2.000 hectáreas y existen cerca de 50.000 licencias de caza
Santiago,.- La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras ampliará un mes el período de información pública, en el que los agentes económicos y sociales podrán presentar alegatos al borrador del anteproyecto de la nueva Ley de Caza. El período de información pública se publicó en el DOG el pasado 9 de enero con un plazo de alegatos de un mes, que ahora se amplía hasta dos la petición del sector.
El texto legal reconoce la dimensión ecológica y ambiental de esta actividad, al tiempo que se proyecta la figura del cazador como clave en la administración del monte gallego. Así lo puso de manifiesto esta tarde el consejero de Medio Ambiente, territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, acompañado por el director general de Conservación de la Naturaleza, Ricardo García-Borregón, en la reunión del Comité Gallego de Caza, donde presentó a los agentes del sector el nuevo texto legal elaborado por la Xunta de Galicia y que en la actualidad se encuentra en período de información pública.
Aclaró que el propósito de la Xunta es escuchar todas las voces conocedoras de la materia con la máxima atención, para hacer juntos un marco legal estable, seguro y dinamizador de la caza.
Señaló que esta norma es necesaria, no solo para actualizar una normativa que data de 1997, sino también para avanzar un paso más en el objetivo de regular y ordenar la caza. Se trata de dar una respuesta a la realidad actual de la caza de Galicia, donde más de un 80% del territorio de la comunidad es cinegético. Las cifras de la caza en la Comunidad gallega revelan que en la actualidad hay 440 tecores, con una superficie mínima de 2.000 hectáreas, un tamaño muy superior la otras partes de España que están entre las 200-300 has; y existen cerca de 50.000 licencias de caza. En su opinión, esta ley no sólo mejorará la normativa, sino que también permitirá adaptarse a la realidad.
Argumentó que justamente en esta tarea de ordenar el aprovechamiento cinegético gallego, el cazador es una pieza clave, por lo que la ley define su figura (quien ejercita la acción de cazar, reuniendo los requisitos legales para eso), con el establecimiento de sus deberes y las responsabilidad que asume, y las condiciones para la obtención de la licencia de caza; al tiempo que asegura que el cazador debe ser considera como parte de la solución, no como un problema. Explicó que en caso de que los cazadores se retiren y también se no hay relieve generacional, la proliferación de especies sería mucho mayor y sin ningún tipo de control, por lo que los daños serían sumamente cuantiosos. Así pues, la labor de los cazadores redunda en el fundamental equilibrio ecológico, reiteró.
Fondo de Corresponsabilidad
Una de las grandes aportaciones de esta nueva ley es la constitución de un Fondo de Corresponsabilidad, que permitirá la participación de todos los agentes en el reparto de cargas y la dotación de fondos finalistas, es decir, titulares de explotaciones agrícolas y ganaderas, cazadores y administraciones, así como lo reparto más justo de la responsabilidad patrimonial por los daños que causen las especies cinegéticas.
Este es uno de los motivos de preocupación de los cazadores y por extensión de la sociedad en general, destacó Hernández. El dicho fondo se nutrirá con las aportaciones económicas de la Administración Autonómica, provenientes de las tasas que proceden de la actividad cinegética.
Función Social
Otro de los principios que inspiran esta nueva Ley de Caza es la puesta en valor de la función social, ya que no se trata de uno deponerte más, equiparable la otros deportes, puesto que la actividad cinegética tiene una gran trascendencia a la hora de gestionar las poblaciones de las diferentes especies y el medio natural.
La caza es uno de las maneras más eficaces para gestionar el medio, de ahí la que la ley responde a la labor fundamental de los cazadores a favor del mantenimiento de las poblaciones y de en medio natural, contemplando la actividad de la caza desde un enfoque social, compatible con el aprovechamiento cinegético y el desarrollo rural.
Ordenación de la caza
En la ley (capítulo III) se hace referencia a la ordenación y a los aprovechamientos cinegéticos, donde se dice expresamente que los titulares de los Tecor deberán presentar obligatoriamente un Plan de Ordenación Cinegéticos para un período mínimo de 5 años, por lo que constituirá una norma a partir de la cual se desarrollará ordenadamente la actividad cinegética, dentro del marco de los períodos hábiles y generales. De este modo, mejorara la gestión de los terrenos y se evita la complicación en la tramitación burocrática, al no coincidir en el tiempo a renovación del Planes de ordenación de todos los Tecores. También deberán presentar un Plan Anual de Aprovechamiento Cinegético que desarrolle las previsiones contenidas en el Plan de Ordenación para cada temporada.
En definitiva, se apuesta por una caza más sostenible, más ética y más responsable; en la que por encima de otros valores primen lo de la seguridad de las personas y los bienes, así como el respeto a la conservación de las especies y de sus hábitats y el equilibrio ecológico. Un ley que en sus palabras es 100% gallega, además de ser participativa y de consenso, ya que pretende recoger todas las sensibilidades.
Otros aspectos
En el Comité gallego de Caza se abordaron otros aspectos recogidos en la Ley como la clasificación de los terrenos, distinguiendo los que son cinegéticos y los que no; la definición de los vedados de caza, en los que se autoriza la gestión cinegética de los mismos. Hasta lo de ahora estaba prohibido cazar, por lo que estas zonas se convierten en reservas para los depredadores, que atacaban otras especies y causaban daños. Ahora se permite gestionar estos vedados, siempre con previa autorización.
Las modalidades de caza que recoge el nuevo texto normativo fue otro de los puntos tratados en esta reunión, para explicar que se introduce como novedad a caza en madriguera (madriguera) y se define con más concreción dos modalidades comunes de la actividad deportiva, como son la cetrería y la caza con arco.