Por Fernando Bazán/noticiasdesiria.blogspot.-
El presidente Bashar Al-Assad, no es un funcionario que utilice los medios de comunicación de manera asidua -de hecho ayer rompió un silencio público de seis meses- por lo que esta aparición publica a 24 hs de su discurso en la Universidad de Damasco fue toda una novedad. Dos aspectos también sobresalieron en la aparición de Al-Assad: el primero que la multitud coreaba "Shabiha para siempre, porque sus ojos, Al-Assad" -en referencia a los milicianos que han ganado una temible reputación en la represión de las protestas anti-régimen- y segundo la aparición de su esposa Asma Assad con sus dos hijos, luego de meses de vivir en Inglaterra.
Pero el discurso del presidente Al-Assad nuevamente cayó por el peso de la realidad, la violencia en curso a lo largo del país y las denuncias de observadores de la Liga Árabe.
Francia exigió una investigación después que el reportero francés del canal de televisión pública France 2, Gilles Jacquier, fue asesinado en Homs -un bastión de la oposición- cuando una granada explotó en medio de un grupo de periodistas cubrían las manifestaciones, en una visita organizada por las autoridades sirias. Jens Franssen, un reportero de la televisión belga VRT, dijo que alrededor de 15 periodistas visitaban Homs cuando tres o cuatro granadas explotaron cerca del grupo; además resultaron heridas varias personas incluyendo un periodista belga que fue golpeado en el ojo y un fotógrafo holandés que fue atendido en el lugar.
Anwar Malek, un observador argelino de la Liga Árabe, declaró que había dejado la misión debido a que el régimen sirio engaña a sus colegas de la misión de la Liga sobre la comisión de crímenes de guerra contra el pueblo sirio. Malek señaló que la misión fue una farsa y que los observadores han sido engañados ya que el régimen orquestó y fabricó la mayor parte de lo que vieron en el terreno; Malek calificó de desastre humanitario a lo que está sucediendo en Siria ya que los niños son asesinados, están hambrientos y aterrorizados; hay restos de cuerpos calcinados con signos de torturas y los soldados que trataban de huir o defecto fueron ejecutados por la espalda.
En este contexto de crecientes dudas sobre el accionar de los observadores de la Liga Árabe, Siria ha insistido en su compromiso aun después que monitores fueron atacados durante una caravana; el ministro de Exteriores sirio, Walid Al-Moallem declaró que aunque cualquier acción que pueda obstaculizar la misión de observadores en Siria, el país seguirá asumiendo sus responsabilidades para proteger a los observadores la Liga y añadió que algunos sectores regionales e internacionales están cuestionando la misión de observadores con el fin de encontrar una cubierta para enviar la cuestión al Consejo de Seguridad de la ONU.
Un barco de propiedad rusa, que presuntamente transportaba municiones a Siria, se le permitió salir de Chipre después de dar garantías a los funcionarios locales que se cambiaría el curso de la nave. El portavoz del Gobierno chipriota, Stefanos Stefanou, señaló que el remitente de la carga es Rosoboronexport –una empresa estatal rusa de armas- y la carga de los contenedores rondaba entre los 35 a 60 toneladas rotulados bajo la calificación de “carga peligrosa".
El buque de carga, con bandera de San Vicente y Granadinas, se encontraba en ruta desde San Petersburgo al puerto sirio de Latakia, cuando se vio obligado a atracar en un puerto de Chipre para la recarga de combustible tras el mal tiempo. El Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que el barco llevaba una "carga peligrosa", pero que no ha violado el embargo de armas a Siria.
Las dos apariciones del presidente Al-Assad son un indicio de la percepción que él tiene sobre la situación y la confianza derivada de esa visión. Por un lado, la ausencia en el corto o mediano plazo de un cambio en el balance de poder a manos de los insurgentes o por una coalición política de unidad es poco probable; por otra parte, la falta de consenso por parte de los países miembros de la OTAN de embarcarse en un escenario similar al libio no genera mayores problemas, sumado a ello las deficitarias misiones de la Liga Árabe que desde su instalación en el terreno no han podido evitar al menos 400 muertos sirios.
Por otra parte la economía severamente deteriorada, las sanciones internacionales, las más de 6.000 víctimas, la suspensión de la Liga Árabe y el creciente aislamiento internacional se cubren con la negación y el uso de la fuerza; por ello Al-Assad sobrevivirá en el poder siempre y cuando se mantengan las divisiones internas -en la oposición- y externas -entre los países centrales-