Mientras el ministro de Turismo, Enrique Meyer, declaraba estar conforme con el éxito del Dakar en Argentina y su convencimiento de que en los próximos dos años vendrá de nuevo al país, en Chile el director de la prueba, el francés Ettiene Lavigne, confirmó cambios en el recorrido y que el año próximo terminará en Santiago.



"Esta familia que integra el Dakar, de hombre y mujeres del todo el mundo, aceptó la invitación de festejar su llegada de 2013 en la región central del país", fueron las escuetas palabras de Lavigne al referirse al recorrido que tendrá la competencia, durante una conferencia de prensa en el campamento de Copiapó.



El subsecretario de Deportes chileno, Gabriel Ruiz Tagle, detalló al respecto que el podio para coronar a los ganadores del Dakar 2013 sería frente al palacio gubernamental de La Moneda.



Ruiz Tagle aclaró que la idea es que la parte estrictamente deportiva termine en la V Región del país (Valparaíso o Viña del Mar) y luego el recibimiento y podio se hagan en la capital chilena, similar a lo ocurrido en Argentina durante los tres últimos años, cuando la carrera finalizó en territorio bonaerense pero la ceremonia final se hizo en La Rural.



Luego, el ministro de Economía, Fomento y Turismo de Chile, Pablo Longueira, se animó a decir que el hecho de ser escenario del cierre de la competencia "permite soñar también con una largada en Chile".



El sábado, el subsecretario de Deportes de Chile, Gabriel Ruiz-Tagle, se adelantó a todos y anunció ayer en el vivac de Copiapó que el Dakar 2013 partiría desde Lima, en Perú, y tendría a varias provincias Argentinas como lugar de paso, a mitad de la prueba, con la jornada de descanso incluida. Mencionó conversaciones con Amaury Sport Organisation (ASO), la empresa francesa que organiza el Dakar, para desarrollar en el futuro otras iniciativas deportivas en el sur del país.



En ocasión del lanzamiento de la carrera en curso en el Museo del Bicentenario, Enrique Meyer, ministro de Turismo y hombre clave en el andamiaje organizativo del evento en nuestro país, había dejado entrever que era lógico que el Dakar variara su recorrido, como una forma de que se siguieran descubriendo nuevos lugares en Sudamérica y para mantener en alto el atractivo para que la carrera se mantuviera en esta parte del continente, luego de haber sido obligada la salida de Africa debido a los graves problemas políticos y sociales en varios países por donde transitaba.



De concretarse los puntos de largada y llegada con que se especulaba en Copiapó, desde que se instaló en esta parte del continente americano, en 2009-2010-2011, Argentina sería país de tránsito en la próxima edición, con la posibilidad de que le sean asignadas dos jornadas de descanso en Córdoba, como hoy lo fue en Copiapó, Chile.



Otra novedad que se comentaba podría arrojar la edición 2013 estaría dada por el cambio de fecha para comenzar, que se trasladaría al 6 de enero, más allá que las verificaciones tendrían lugar, como ahora, entre el 29 y 30 de diciembre.



En 2014, el recorrido del Dakar volvería a salir de territorio argentino: algunas conversaciones señalan al glaciar Perito Moreno, en el extremo austral, como punto de partida. 



Volviendo a la carrera en curso, llega a la octava etapa que se inicia mañana con 4.488 kilómetros recorridos y tiene como líderes al francés Stephane Peterhansel (MINI) en autos, al galo Cyril Despres (KTM) en motos, a Alejandro Patronelli (Yamaha) en cuatriciclos y al holandés Gerard De Rooij en camiones.



Si el 1 de enero largaron desde Mar del Plata 443 pilotos con el desafío de llegar hasta la capital peruana tras desandar algo más de 8.300 kilómetros, hoy quedan en carrera 339, un número nada despreciable para una primera parte que resultó complicada y se hará peor al internarse en el desierto de Atacama.



De los 103 pilotos que dejaron la competencia, 38 son de la categoría autos, 52 de motos, 9 de cuatris y dos de camiones, y de este total 18 son argentinos.

FOTO: Dakar