Esta monumental instalación, cuya exposición en Laboral Centro de Arte, Gijón, finaliza el lunes 9 de enero, fue concebida específicamente para la sala 1B del Centro de Arte con ocasión de la exposición Noches eléctricas. Desde los inicios de los años 70, Anthony McCall (Reino Unido, 1946) viene recurriendo al cine para crear unas esculturas animadas de luz que trasladan al medio fílmico los principios estéticos del minimalismo: en un espacio expositivo saturado de humo, el haz luminoso crea un volumen etéreo. Sus primeros trabajos, desarrollados con película de 16 mm, consisten en sencillas formas geométricas que parten, en su totalidad, de la forma del cono. A comienzos de este siglo, McCall empezó a utilizar herramientas digitales para fraguar formas más complejas. También la duración de sus piezas se ha alargado, y las proyecciones son ahora verticales —de techo a suelo— reforzando así la cualidad arquitectónica de su obra.
Foto: Marcos Morilla