El Oviedo Baloncesto no puede con el colista

El Oviedo Baloncesto no puede con el colista

 

El conjunto ovetense mostró una pobre imagen ante el colista en Pumarín

 

El Oviedo Baloncesto cayó y ofrció una pésima imagen ante el colista, el Gandía que llegaba a Pumarín con muchos problemas y alguno de ellos quedaron resuelto tras su partido ante el Oviedo.

 

El Oviedonecesitaba la victoria pero salía apagado y el Gandía se aprovechaba del despiste inicial de los locales llegando a sumar diez puntos de ventaja. La reacción desde el banquillo, dando entrada a Héctor Macía, Rubén Suárez y Álex Lesmes propiciaba la reacción, a partir de un triple del joven Lesmes que permitía recortar diferencias para llegar al final del primer periodo con cuatro de desventaja.

 

No tardó en el segundo cuarto Héctor Macía en hacer gala de su espectacular gancho para poner al Oviedo a un punto y permitir que su hermano, Adrián, pusiese a los de Alfredo Riera por primera vez con ventaja (23-22). Pero un parcial de 0-8 para Gandía, liderada sobre el parquet por el veterano Miller, volvía a llevar la diferencia a nueve puntos. Afortunadamente, Miller salía de pista y el Oviedo lo aprovechaba para reaccionar, de la mano de Howard Brown y LeDuc para lograr empatar (36-36) a un minuto del descanso. Una técnica de Alvarado permitía a David Ortega anotar los dos tiros libres para ir al descanso con ventaja, aunque el equipo no pudo sacar partido de la posterior posesión.

 

Casi tres minutos hubo que esperar para estrenar el marcador tras el descanso, con excesivas imprecisiones y una falta de intensidad alarmante en ambos equipos. Parecía que las fuerzas flaqueaban más por el lado valenciano, pero lograban empatar (43-43) y un triple de Gitterer volvía a llevar al Gandía por delante, hasta con cinco de ventaja, pero Ortega y LeDuc aliviaban la herida para dejarla en dos puntos ante el decisivo cuarto final.

 

La tónica del partido no cambió en los últimos diez minutos y el Oviedo fue a remolque hasta el final, sin llegar a dar sensación en ningún momento de poder dar un golpe encima de la mesa y reaccionar. La ventaja para los locales era que Gandía ofrecía la misma sensación, aunque los de Víctor Rubio se quedaron sin Gitterer, por cinco personales, y Segovia, lesionado.

 

El Oviedo entró en el último minuto uno abajo y Oha llevó la diferencia a cinco con 18 segundos por jugar. Fue el mazazo definitivo para una derrota inesperada en el peor momento, con tres partidos seguidos a domicilio.

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