La Isla Espíritu Santo, tesoro de biodiversidad

La Isla Espíritu Santo, tesoro de biodiversidad

Tras el paso de los años la participación de la sociedad organizada y los trabajos de conservación de las autoridades de distintos órdenes de gobierno han permitido que sitios como la isla del Espíritu Santo, en Baja California Sur, se mantenga como un silo de protección de biodiversidad endémica de México.

Ante la necesidad de disminuir el grado de vulnerabilidad de espacios tan extraordinarios como la isla Espíritu Santo y el resto de las islas del Golfo de California, hace años la Semarnat y la Fundación Mexicana para la Educación Ambiental, A.C. (Fundea) y otros organismos civiles lograron que este ecosistema sea considerado Patrimonio Natural de la Humanidad ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Espíritu Santo es sin duda uno de los sitios más bellos de este planeta y su extensión superior a las 10 mil hectáreas es el lugar perfecto para la preservación de su vegetación variada, la cual se compone de manglares en sus ensenadas, así como cactáceas, copales e infinidad de otras especies re¬presentantes de la flora desértica.

 

El titular de la Semarnat, Juan Rafael Elvira Quesada, informó que en la presente Administración se ha establecido un trabajo cercano con los pescadores para el uso de técnicas no dañinas en sus actividades en los aproximadamente 50 kilómetros de litorales de este sitio que ofrece diversos atractivos naturales, paisajísticos y turísticos para aquellos que gustan de observar sus playas de fina arena blanca y aguas de colores que van del verde turquesa intenso al azul oscuro, en las aguas más profundas que la circundan.

Anunció que la Estrategia Nacional para la Conservación y el Desarrollo Sustentable del Territorio Insular Mexicano es un estudio que servirá de sustento para la protección de las islas de México y será publicada en 2012.

El funcionario federal destacó que las cerca de 600 islas del noroeste de México tienen 331 grupos endémicos de vertebrados y plantas. Dicha riqueza biológica, dijo, es equiparable con las islas Galápagos. Además, dos mil 488 islas están incorporadas dentro de 32 Áreas Naturales Protegidas, desde el Pacífico hasta el Caribe mexicano.

Las islas se consideran ecosistemas aislados de la mano del hombre que se vuelven laboratorios vivientes donde los procesos evolutivos se manifiestan con máxima intensidad y contribuyen enormemente a los estudios de diversas ciencias como es la biogeografía.

 

No obstante, su contribución como capital natural es enorme. Gracias a sus islas oceánicas distantes —Archipiélago de Revillagigedo e isla Guadalupe— México tiene una Zona Económica Exclusiva (ZEE) de ricos mares y de fondo marino de 3.18 millones de kilómetros cuadrados (km2), superficie significativamente mayor que el propio territorio continental de 1.96 millones de km2.

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