Las especies propias de las profundidades marinas están colonizando la plataforma continental antártica, ecosistema que había permanecido estable bajo una capa de hielo durante los últimos mil años y que ha quedado liberado tras el colapso de más de 10.000 km² de hielo en los últimos 15 años. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado un equipo internacional de investigadores, entre ellos científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que durante 70 días ha estudiado los efectos del cambio climático en la Antártida.
“Hasta hace cinco años, cuando el proyecto CLIMANT, en el que se engloba esta expedición, visitó por primera vez las bahías Larsen A y B, se pensaba que los procesos de recolonización de la plataforma continental eran muy lentos. En aquella ocasión los resultados abrieron nuevos interrogantes acerca de la velocidad de recuperación de esas zonas”, explica el investigador del CSIC Enrique Isla, del Instituto de Ciencias del Mar, que ha participado en la expedición al continente helado.
Este año los investigadores han observado que la recuperación de los fondos marinos varía en función de las diferentes regiones. “Aparentemente, la plataforma continental antártica en la zona de las bahías Larsen, en el sector occidental de Weddell, se está recolonizando a mayor velocidad que la alta Antártida”, continúa Isla.
Gracias a las imágenes tomadas por un vehículo submarino ROV (Remoted Operated Vehicle), controlado desde el rompehielos alemán Polarstern, los investigadores han podido constatar que la fauna existente a 300 metros de profundidad ha sufrido importantes cambios en los últimos cuatro años. “Entre otros fenómenos, hallamos más esponjas que las que habíamos visto anteriormente, y entre las nuevas vimos varias especies que habitualmente se encuentran en zonas más profundas”, añade.
los investigadores, estos resultados refuerzan la hipótesis de que, como ocurrió en los periodos interglaciares, las especies de mar profundo están colonizando la plataforma continental.
Continúa el proceso de deshielo
Otra de las conclusiones de la expedición es el derretimiento de la plataforma de hielo que divide las bahías Larsen, así como la probable existencia bajo ella de una conexión entre ambas zonas a 230 metros de profundidad. Según los expertos, esto explicaría el hecho de que las comunidades bentónicas encontradas en las dos bahías presenten composiciones similares.
“Hemos regresado con miles de muestras de animales y sedimentos que nos mantendrán ocupados en el laboratorio durante el próximo año, pero estamos muy entusiasmados porque los resultados nos proporcionarán información muy valiosa acerca de cómo estamos transformando el lugar del mundo menos alterado por el hombre”, concluye Isla.
En la investigación han participado investigadores del Instituto de Ciencias del Mar y del Centro de Estudios Avanzados de Blanes, ambos del CSIC, así como de la Universidad Autónoma de Barcelona.