Intervención de Francisco Álvarez-Cascos, en la Conferencia Política de FORO

Intervención de Francisco Álvarez-Cascos, en la Conferencia Política de FORO

Celebramos hoy nuestra segunda conferencia política, un mes después de las elecciones generales y a una semana vista del comienzo de un nuevo año. También podríamos decir que tiene lugar al final de nuestro primer año de vida. Las tres referencias marcan en contenido de nuestras reflexiones esta tarde.

 

Hace un año que fue fundado FORO DE CIUDADANOS, como expresión cívica de una rebeldía y de una movilización social, basada en el convencimiento de que otra forma de abordar la realidad asturiana era posible y necesaria, y también como respuesta al enquistamiento conformista de viejas formas partidistas que habían llevado a nuestro país a la resignación, a la postración y a la incapacidad para intervenir en el fondo de la realidad, y no en la tediosa superficie de las formas. Con este motivo, en torno a la fecha del 18 de enero, nos proponemos celebrar el primer aniversario de existencia de nuestra organización, recordaremos los esfuerzos realizados y haremos balance de los resultados de nuestra labor, resumido numéricamente en los 16 diputados autonómicos, 158 concejales, un senador y un diputado al Congreso obtenidos democráticamente, que no tienen muchos precedentes en la historia de los partidos políticos y, desde luego, ningún precedente en la de Asturias.

 

Somos el partido del Gobierno en el Principado y en 9 Ayuntamientos, y con nosotros Asturias tiene voz y votos propios en las Cortes Generales para realizar la necesaria tarea de control al gobierno de España, en defensa del interés general de nuestra tierra para demandar soluciones a nuestros problemas de discriminación, de aislamiento y de estancamiento. Esta misma mañana, Enrique Álvarez Sostres e Isidro Martínez Oblanca han demostrado, durante la sesión solemne en el Congreso, cómo se aprovecha el tiempo planteando a los ministros de Hacienda y de Industria el problema que dejan sin resolver sus antecesores y que puede costar a Asturias la pérdida de 186 millones de euros, correspondientes a 23 convenios de Fondos Mineros a punto de caducar por la desidia hacia Asturias del gobierno del Sr. Zapatero. Vamos a demostrar a todos los asturianos que la importancia de una comunidad autónoma no se mide por su tamaño demográfico o por su situación geográfica o por sus índices de riqueza, sino por la magnitud de la ambición de sus gentes y por su capacidad para afrontar, sin prejuicios, los desafíos colectivos que tiene ante sí, que en Asturias son muchos y muy importantes, que es a fin de cuentas la capacidad para demostrar nuestra voluntad política de recuperar el orgullo de sentirnos asturianos, sin complejos ni renuncias.

 

Casi un año después de la fundación de nuestra formación política, y seis meses después de haber recibido la responsabilidad del gobierno del Principado de Asturias, mantenemos con integridad nuestros principios y nos reafirmamos en unos planteamientos que han sido enriquecidos por las enseñanzas de la cotidiana confrontación de las ideas con los hechos, de las aspiraciones con las evidencias y de los sueños con las dificultades.

 

Hoy, amigas y amigos, al reunirnos en estas fechas podemos afirmar, con la mano en el corazón, que Asturias ha dado unos pasos adelante muy significativos, más vinculados a imprescindibles clarificaciones y a enmendar el rumbo errático que al relumbrón demagógico o a los fuegos artificiales de las apariencias. Heredamos una Asturias en situación dramática, mucho peor que el resto de las Comunidades Autónomas españolas, como consecuencia de la política socialista nacional y autonómica de los últimos ocho años, y el conformismo complaciente de la oposición. Somos la única región con la población en descenso en la última década, con la tasa de población activa más baja, y con el segundo peor crecimiento del PIB/hab. de España. No es la consecuencia de ninguna maldición ni de ningún maleficio, sino la resultante de los errores y los fracasos socialistas y de otras indolencias inexplicables. El cambio de rumbo político no es una opción sino una obligación para ofrecer un nuevo destino diferente y mejor a la mayoría de los asturianos.

 

Digo a la mayoría y no a todos porque hay unos pocos que no quieren que nada cambie, que quieren que todo siga igual que siempre. Su lema es “los gobiernos pasan pero nosotros seguimos”. Aceptan a regañadientes que cambien los gobiernos pero no admiten que cambie la política. Mientras la mayoría de los asturianos sufre las durísimas consecuencias de la crisis, una minoría vive cada vez mejor. Son el grupo que durante la campaña electoral señalé como el de los depredadores del dinero público, el de los beneficiarios del despilfarro, el de los partidarios de la opacidad, el de los enemigos de la competitividad y amigos de los monopolios, en resumen, el de las rémoras autóctonas, causantes en una buena parte de los males de Asturias. Son el grupo que mueve los hilos de las campañas de descrédito y desgaste del gobierno, silenciando cuando les conviene y manipulando casi siempre, lo que está sucediendo en Asturias gracias a una momentánea superioridad mediática que intenta hacer mella en nuestro proyecto de cambio.

 

Pero no lo van a conseguir, de hecho no lo están consiguiendo y cada día es más patente su fracaso. Nosotros prometimos dejar la piel en nuestro proyecto de cambio, en un escenario difícil de estabilidad presupuestaria, basado el cumplimiento de los objetivos básicos de la gobernanza europea, y la estamos dejando. Nos habíamos propuesto ir al grano, y lo estamos haciendo. Habíamos advertido que llevaríamos la luz a los lugares anegados por la oscuridad, y lo estamos haciendo. Nos habíamos comprometido con unas cuentas claras, y lo estamos practicando. Habíamos señalado posibles y sospechosas situaciones de complicidad política interesada y fraudulenta, y las hemos puesto en evidencia. Habíamos apostado, en fin, por no compadrear en la mesa de juego si las cartas estaban marcadas, y hoy podemos decir que lo estamos cumpliendo cada día, por mucho que se resientan los tahúres de antaño, por mucho que se decepcionen quienes aspiraban a seguir beneficiándose del río revuelto, y por mucho que algún medio de comunicación considere que la legitimidad democrática procede del volátil y cambiante refrendo los quioscos de prensa, y no de las urnas que expresan la soberanía popular. Creemos y defendemos a fondo la libertad de expresión de nuestra Constitución, pero despreciamos y combatimos el que un altavoz se convierta en una partitura, o que se intente dar gato por liebre disfrazando el clientelismo político sectario y mercader con el envoltorio de los altos ideales de la comunicación social como servicio público, como referente intelectual y moral, y como contrapoder.

 

Para la limpieza de la gestión de los dineros públicos (escasos de origen, y aún más parcos cuando han sido dilapidados) contábamos -y lo pudimos comprobar- con la reacción de algunos escopeteros a los que se les terminaba el chollo, y a los que seguiremos exigiendo que den cuenta de cómo vivieron en el paraíso artificial que ellos mismos habían creado, malversando el bienintencionado plus de confianza que la sociedad les había asignado. Os hablo, amigas y amigos, no como quien desde el litoral avista la galerna, o quien desde las nubes contempla las olas embravecidas, sino como quien está en el ojo del huracán. Sabía como muchos de vosotros que la empresa de reconducir Asturias a la cordura democrática, a la normalidad convivencial, a la transparencia y a la gobernanza, y hacerlo desde la propia Asturias y no desde el sucursalismo trasnochado con sede lejana en la capital de España, no era tarea fácil. Os aseguro que lo he comprobado, como también proclamo, con satisfacción, que en esta labor el Gobierno está encontrando la complicidad de la mejor Asturias, que no siempre es la que más grita o la que más aplaude, sino la que mejor piensa y la que más sinceramente siente y sufre.

 

El rigor, la exigencia y la responsabilidad son las virtudes y actitudes que nos tienen que abrir el camino para alumbrar un tiempo nuevo en Asturias y con los asturianos. Creemos en esas virtudes y, ante las percepciones negativas que algunas veces dan paso a las dudas, no olvidéis nunca el proverbio oriental que advierte de que “no hay momento más oscuro que el que precede al alba”. Si en FORO estamos para impulsar un proyecto de cambio diferente de los demás, empecemos por sustituir el círculo vicioso del “me opongo a todo, aun sin saber cuál es su propuesta” por elcírculo virtuoso de qué podemos hacer juntos por el bien de Asturias y de los asturianos. La oposición plural a la que nos enfrentamos trabaja en bloque a piñón fijo para impedir todo cambio, y no se corta ni un pelo en demostrarlo cada día. Hay datos esclarecedores. En el periodo de sesiones que ahora concluye, la oposición solicitó 108 comparecencias -64 del grupo Popular- y presentó 114 interpelaciones -42 del grupo Popular- que contrastan con las 45 comparecencias -menos de la mitad- y 35 interpelaciones -la tercera parte- de las presentadas en igual periodo de 2007. Para que no queden dudas, a la cabeza del celo opositor sobrevenido en 2011 está el grupo Popular que considera que el gobierno de FORO merece el doble de esfuerzo de crítica y de control que el gobierno socialista de Areces, y que sigue multiplicando sus acuerdos con el grupo Socialista iniciados en la elección del Presidente de la JGPA, confirmados hace dos semanas con una ley que sustrae al gobierno las facultades de gestión del Presupuesto, precisamente para impedir que apliquemos los principios de estabilidad presupuestaria y control del déficit que Europa y España nos exigen, o para dificultar que pongamos en marcha el cambio del sistema de gestión de la Radiotelevisión pública asturiana, tal como propone su propio programa electoral nacional. Lo más reciente ha sido el acuerdo de socialistas y populares para prolongar la oscuridad de la gestión económica de la Fundación Niemeyer, cuyos antiguos responsables, además de insultar, ni se sienten obligados a facilitar las cuentas de sus actividades ni aceptan auditorías que permitan examinar el manejo del dinero público con el que se financian.

 

Con la llegada del año 2012 se completa el cambio hacia el nuevo ciclo político que empezó en Asturias en los ayuntamientos el pasado mes de junio, y en el Principado el pasado mes de julio. En España, el Partido Popular tiene la responsabilidad de impulsar la nueva política de cambio cuyas líneas básicas no pueden alejarse de los objetivos de la gobernanza definidos y exigidos por la Unión Europea. El 20 de noviembre en España, como el 22 de mayo en Asturias, no fue necesario que nadie desde fuera impusiera los cambios de gobierno, como en Grecia o en Italia, porque los españoles y los asturianos decidieron democráticamente los cambios que ahora hay que poner en marcha.

 

En Asturias, a pesar de no disponer de la información procedente de los Presupuestos Generales del Estado para 2012, que el Gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero renunció a elaborar, hemos aprobado el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Principado para 2012 que entrarán en la Junta General esta semana para iniciar su trámite parlamentario. Son unos presupuestos que cumplen las exigencias de la estabilidad y que definen como prioridades del gasto la sanidad, la educación y el bienestar social, prioridades que, junto con las pensiones, son también las del nuevo gobierno de España según hemos escuchado al presidente del Gobierno durante el debate de investidura. A partir de aquí, cada grupo tendrá que definir las suyas y concretarlas con sus iniciativas y sus votos. Hoy no voy a hacer pronósticos. Expreso mi deseo de que Asturias disponga lo antes posible de nuevo presupuesto para 2012, porque la prórroga del presupuesto de 2011, por tratarse de un presupuesto virtual con desajustes que hemos explicado y que suman 600 millones de euros, entre gastos infravalorados e ingresos sobreestimados, es una base inservible para sostener un programa real de cambio. Unos presupuestos realistas son una base necesaria para invertir la tendencia negativa que presenta Asturias.

 

Pero es aún más necesaria la base que depende de los del Estado, porque el Estado aporta y también adeuda a Asturias recursos imprescindibles para impulsar nuestra reactivación regional. Enrique Álvarez Sostres resumió en una intervención histórica en el pleno de investidura de Rajoy en pasado día 19 de diciembre en el Congreso alguno de los problemas que requieren respuesta inaplazable del Estado:

 

-El aislamiento con el resto de España, un freno para nuestro desarrollo porque las Autovías van muy retrasadas por Oriente, por Occidente y por el Suroccidente interior.

 

-La línea de Alta Velocidad que permanece con los dos grandes túneles de la Variante de Pajares perforados pero sin vías, sin señalización y sin catenaria, y con la amenaza de perder el ancho internacional del Plan de Infraestructuras que el gobierno había decidido entre 1996 y 2004.

 

-La deuda 800 millones de € comprometidos en los Fondos Mineros, cuyos convenios corren el riesgo de perderse para siempre, como estamos comprobando estos días, mientras se mantiene la amenaza de cierre de las explotaciones en 2018, en un sector que en los últimos años ya perdió más de 10.000 empleos.

 

-El sector naval desprotegido sin ayudas homologables con las europeas, y las industrias metalúrgicas básicas -acero, aluminio y zinc- que afrontan costes eléctricos penalizadores frente a sus competidores internacionales.

 

-Nuestra ganadería, seriamente amenazada por la Política Agraria Comunitaria con la desaparición de las cuotas lácteas y la reducción de las ayudas al ganado de montaña, y nuestra flota pesquera reduciéndose de manera imparable.

 

-El incumplimiento de los compromisos de aportación estatal para financiar la atención de las dependencias.

 

-El desgajamiento de archivos históricos que se intentan trasladar desde el Archivo Nacional en Salamanca a Cataluña.

 

FORO garantiza a los asturianos que sobre todos ellos dialogaremos con el gobierno de España, y también que hablaremos, como ya hemos comenzado a hablar, en las Cortes Generales. Entre todos, concejales, alcaldes, parlamentarios regionales y nacionales, consejeros, conmigo incluido, tenemos que aportar a nuestro país agilidad, flexibilidad e intuición para aprovechar todas las oportunidades porque son herramientas imprescindibles para salir del pozo, para tocar con las manos el futuro. Pero esas herramientas sólo son útiles o eficaces si se empuñan con racionalidad, con sentido del tiempo y con altura de miras. Y la organización de FORO, es decir sus órganos de dirección, tiene que dar ejemplo hacia dentro de lo que pretendemos trasladar con hacia la sociedad asturiana mediante nuestros mensajes y nuestro estilo de funcionamiento.

 

En nuestro programa de organización del que esta tarde hemos hablado, el año 2012 tiene que ser el de consolidación de nuestras estructuras municipales, para dar el paso organizativo de las Comisiones promotoras a las Comisiones directivas. Lo vamos a hacer dentro de la normalidad, es decir, dentro de las normas, de tal forma que suponga un paso firme en el fortalecimiento interno de FORO. No olvidéis que nuestros Estatutos definen un sistema de elección de órganos directivos simultáneo al de los candidatos. Es un sistema más completo, que va más allá de las meras elecciones primarias, para evitar cualquier defecto producido por las bicefalias, lo que quiere decir que la renovación de nuestros órganos directivos se volverá a realizar en 2014, un año antes de las elecciones municipales y autonómicas de 2015. Por eso, la Secretaría General velará por la seriedad de nuestros ficheros y perfeccionará nuestra modesta administración, incluida la presencia en las redes sociales; la Vicesecretaría de Organización fomentará la coordinación entre grupos municipales y autonómicos, equipos de gobierno y órganos del partido; la Vicesecretaría de Programas actualizará nuestras propuestas programáticas y mensajes; y la Presidencia asumirá la dirección del proceso de celebración de congresos o asamblea locales, con todas las garantías de transparencia, participación e igualdad de oportunidades en cada municipio.

 

Una parte sustancial del protagonismo y de la responsabilidad de estas tareas os corresponde a vosotros, desde las organizaciones locales y desde los grupos municipales de oposición o de gobierno, conjugando la exigencia con el ejemplo para ser solidarios y constructivos en la tarea colectiva de FORO a todos los niveles.

 

Hemos llegado hasta donde hemos podido en este primer año de FORO, la formación más joven del panorama político asturiano. Ha sido una primera etapa de nacimiento y de consolidación. Once meses en que lo que se logró parece un milagro. Y puesto que creemos firmemente en el debate público, en el contraste de ideas, en la colaboración leal y en la crítica sin sectarismos, nuestro compromiso con Asturias, una vez presentado nuestro primer proyecto de ley de presupuestos del Principado, pasa por el rigor casi obsesivo para que en Asturias no haya ni un solo euro fuera de control, ni una sola iniciativa inteligente sin rumbo y sin apoyo, como condición necesaria para abrir camino a un futuro mejor.

 

Pensando en el año próximo y enlazando con el espíritu de estas fiestas navideñas, os doy las gracias a todos por este primer paso fabuloso que hemos dado en este año 2011. Nos queda el camino despejado y abierto para el sacrificio, para levantar cada día más clara nuestra voz incesante de hormigas frente a las falacias de los trompeteros de rosas o de altos vuelos. Dice un proverbio de los primeros pobladores de Norteamérica: “No juzgues a nadie sin haber caminado varios kilómetros con sus mocasines”. En FORO hemos calzado las botas de la crisis, y no hemos hecho más que percibir la realidad e iniciar un tiempo nuevo. Con la ayuda de todas vosotras y de todos vosotros es un tiempo de esperanza.

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