RAG/DICYT El chancro del cataño es una enfermedad causada por el hongo Cryphonectria parasitica que afecta hoy a más del 90 por ciento de los ejemplares de la zona leonesa de El Bierzo. Es, junto con la tinta, provocada por el hongo Ficomiceto Oomical, la patología fúngica más común en los castaños de este territorio. Roberto Rubio, secretario de la Mesa del Castaño, detallará esta tarde los principales males a los que está expuesto este árbol durante su intervención en una jornada dedicada a este tema que se celebrará en el municipio leonés de Villafranca del Bierzo, incluido en la Reserva de la Biosfera Ancares Leoneses.
Enfermedad muy común y prácticamente imposible de eliminar por su fácil transmisión, el chancro del castaño afecta a la parte aérea del árbol. El hongo no dispone del mecanismo necesario para superar la barrera que forma la corteza de la planta, por lo que para poder infectarla necesita encontrar alguna vía de entrada. Una vez dentro de la corteza, corta los vasos conductores y causa el debilitamiento progresivo del ejemplar, que pierde su producción de ramas y con el tiempo muere.
Para contrarrestar los efectos de esta enfermedad, Rubio ha asegurado a DiCYT que se sigue un procedimiento de lucha biológica con el que se obtienen resultados exitosos. Este método hipovirulento consiste en inocular en el castaño cepas del mismo hongo que se ha demostrado que son positivas contra la enfermedad. "El chancro es un hongo y estos tienen una serie de cepas diferentes, algunas de ellas con propiedades positivas que no matan al árbol. Cuando se encuentran la cepa mala con la menos mala o buena (la inoculada), esta última la domina y el chancro desaparece", ha expuesto.
El experto ha incidido en que este tratamiento es complejo y "muy lento", pero arroja resultados muy satisfactorios contra esta enfermedad. La Administración pública es la responsable de analizar en un laboratorio las cepas a aplicar en la lucha contra el chancro y de llevar a cabo el proceso. Esto es porque una mala acción del propietario de una explotación, por ejemplo, al introducir una cepa equivocada, podría ser contraproducente para el tratamiento de la enfermedad, ha precisado.
Junto a este tratamiento biológico Rubio ha aseverado que es importante llevar a cabo una serie de medidas de prevención para no favorecer la expansión de esta patología, como desinfectar las herramientas que se utilizan para procesos como la poda, cuidar la forma en la que se realizan los cortes en el árbol (a través de ellos se puede infiltrar la espora) o utilizar compuestos para la protección del cataño.
La tinta del castaño
Otra enfermedad de las que se hablará esta tarde en la jornada de sensibilización es la de la tinta del castaño, causada por el hongo Ficomiceto Oomical y la cual también afecta a los castaños bercianos. Este hongo reside en el suelo entre materia orgánica y se transmite al árbol desde ahí a partir de esporas infectivas de gran resistencia. Suele comenzar atacando el sistema radical periférico del castaño para, a partir de ahí, introducirse en la raíz. Provoca el decaemiento general de la planta, en un proceso proceso puede culminar con su muerte.
En los últimos tiempos, los castaños de países europeos como Francia, Italia o Suiza se han visto afectados por un nuevo agente que ha llegado al continente, al que se ha denominado avispilla del castaño, ha definido el experto. El mal está causado por un himenóptero de origen asiático que introduce sus larvas en las yemas del castaño y éstas, en este estado y cuando se desarrollan, producen un daño en el interior del ejemplar que puede llegar a causar su muerte.
El hinchamiento de determinados tejidos del árbol (agallas) son el síntoma más característico asociado a esta patología, que aún no ha afectado a los castaños del Bierzo, al contrario que a los de otros países europeos en los que esta especie es común.